jueves, 23 de febrero de 2017

Programa de Geografía Humana

La geografía humana constituye la segunda gran división de la geografía. Como disciplina se encarga de estudiar las sociedades humanas desde una perspectiva espacial, la relación entre estas sociedades y el medio físico en el que habitan, así como los paisajes culturales y las regiones humanas que éstas construyen. Según esta idea, la Geografía humana podría considerarse como una geografía regional de las sociedades humanas, un estudio de las actividades humanas desde un punto de vista espacial, una ecología humana y una ciencia de los paisajes culturales. Analiza la desigual distribución de la población sobre la superficie terrestre, las causas de dicha distribución y sus consecuencias políticas, sociales, económicas, demográficas y culturales en relación a los recursos existentes o potenciales del medio geográfico a distintas escalas. Parte de la premisa de que el ser humano siempre forma parte de agrupaciones sociales amplias. Estas sociedades crean un entorno social y físico mediante procesos de transformación de sus propias estructuras sociales y de la superficie terrestre en la que se asientan. Su accionar modifica ambos aspectos en función de las necesidades e intereses que los agentes sociales que las forman, especialmente de los agentes sociales dominantes. Estas transformaciones se deben a procesos económicos, políticos, culturales, demográficos, etc. El conocimiento de estos sistemas geográficos formados por la sociedad y su medio físico (regiones humanas, paisajes culturales, territorios etc), es el objeto de estudio de la geografía humana. Podemos considerar como iniciador de la geografía humana a Elisée Reclus en Francia, teniendo como antecedente la obra de Karl Ritter en Alemania.
Historia de la Geografía La geografía es una de las disciplinas más antiguas, pero también hay que señalar que ha experimentado un desarrollo muy complejo a lo largo de toda su historia. Básicamente, esta evolución se puede dividir en dos grandes periodos: un periodo premoderno que comenzaría en Grecia, y un periodo moderno a partir del siglo XIX donde se produce su institucionalización universitaria, lo que tuvo una influencia enorme en su desarrollo. La Geografía Premoderna: La Geografía Antigua: Grecia y Roma La cultura griega es la primera en desarrollar un conocimiento ordenado sobre un conjunto de fenómenos que atañen, en sentido amplio, a la Tierra. Esta descripción de la Tierra, desde la antigüedad, ha podido entenderse de dos formas: bien como descripción y estudio de toda la Tierra en cuanto cuerpo físico y celeste, o bien como descripción y estudio de alguno de sus territorios, incluyendo en éstos tanto sus características físicas (ríos, montañas…) como los pueblos que los habitaban. Existe así desde la Grecia clásica una perspectiva general y otra particular o regional, la primera más próxima a la matemática, a la astronomía y a la cartografía y la segunda a la historia, a la política y a lo que hoy se entiende por etnografía. Es en Mileto donde los conocimientos que podrían calificarse de geográficos comienzan a sistematizarse y a tratarse de un modo más metódico y racional. Los periplos o descripciones de las costas realizadas por los marinos se convierten en una fuente de conocimiento fundamental. Anaximandro de Mileto (610-547 antes de nuestra Era) elaboró, seguramente, uno de los primeros mapas del mundo conocido por los griegos, además de varios cálculos sobre los equinoccios y solsticios. Hecateo de Mileto (entre los siglos VI y V antes de nuestra Era) mejoró el mapa de Anaximandro y escribió sobre las costas y pueblos que bordeaban el Mediterráneo. Heródoto de Halicarnaso (484-425 a. E.) realizó varios viajes que le acercaron a los confines del mundo conocido por los griegos. En su Historia describe con gran detalle territorios como Egipto, Persia o Asia menor. Eratóstenes de Cirene (275-194 a. E.) es considerado propiamente como el “padre de la geografía”, pues fue el primero en acuñar el término, aplicándolo a una de sus obras (Hympomnemata geographica). Estrabón (60 a. E.- 21 d. E.) realizó en cambio una geografía plenamente corográfica o regional. Estrabón recoge de forma sistemática un gran número de informaciones acumuladas sobre los diversos territorios de la ecúmene. Su obra tenían un claro fin práctico pues interesaba sobre todo, “para los fines de gobierno”. Estrabón identificaba los distintos territorios y los caracterizaba de acuerdo a sus rasgos físicos, étnicos y económicos. En esta misma línea, Pomponio Mela (siglo I a. E.) realizó su obra Chorographia donde relata diversos viajes por las costas conocidas de la época describiendo las características físicas y humanas de los diversos territorios. Claudio Ptolomeo (90-168 d. E.), astrónomo y matemático realizó también una obra geográfica, Geographike hyphegesis. Esta obra se sitúa en la tradición de la geografía matemática y cartográfica. Proporcionaba tablas de posiciones que permitían realizar un mapa de la Tierra basado en la longitud y latitud de los lugares. También realizó cálculos sobre la dimensión de la Tierra La Geografía en la Edad Media Durante la Edad Media el conocimiento geográfico, al menos en las sociedades europeas, se vio prácticamente interrumpido con la decadencia y desaparición del Imperio romano. Dominó una cosmografía religiosa en la que la Tierra se representaba como un disco circular y los continentes (África, Europa y Asia) se disponían en forma de T con centro en Jerusalén. En las sociedades árabes en cambio, se conservaron en gran medida los conocimientos clásicos. Las necesidades de gobierno y el activo comercio dentro de los territorios árabes facilitaron la recopilación de nuevos datos geográficos. Estos datos fueron sintetizados por grandes viajeros como Ibn Batuta, Ibn Jaldùn o sobre todo Al-Idrìsì (1099-1180) que realizó El libro de Rogerio donde reunió gran número de informaciones sobre las tierras conocidas y sobre diversos lugares, capitales y ciudades. La Geografía en los siglos XV al XVIII El siglo XV representa un cambio radical en las condiciones de desarrollo de los conocimientos geográficos. Se recuperaron los conocimientos clásicos y además se conocieron nuevos territorios y pueblos. Autores muy distintos intervienen en la labor descriptiva de estos nuevos territorios. El modelo que se sigue es el proporcionado por Estrabón, cuya obra Geographiká se redescubre y se reedita. Al mismo tiempo fue necesario modificar también la imagen cartográfica del mundo. Juan de la Cosa es el primero que recoge en su mapa las tierras americanas conocidas del área del Caribe (1500). Además la obra de Ptolomeo es corregida y ampliada y posteriormente superada por el Atlas de Mercator (1595) que encontró también nuevas soluciones al problema de proyectar la superficie esférica de la Tierra en una superficie plana. En el siglo XVII, la geografía tuvo un lugar destacado en la revolución científica que sentó las bases de la ciencia moderna. La geografía como ciencia que se ocupaba de la descripción y de la representación cartográfica de la Tierra, formaba parte de las matemáticas. Era una ciencia matemática mixta al igual que la astronomía o la óptica. La Geografía General en la que se explican las propiedades de la Tierra de B. Varenio publicada en 1650 representa muy bien esta concepción. Según Varenio la geografía es “la ciencia matemática mixta que explica las propiedades de la Tierra y de sus partes”. Varenio dividía la Geografía en General y Especial, estudiando la primera la Tierra como cuerpo físico y celeste y la segunda “la constitución de cada una de las regiones”. En cada región Varenio consideraba tres tipos de propiedades: las celestes (la distancia del lugar desde el Ecuador y desde el polo, la inclinación del movimiento de las estrellas sobre el horizonte en el lugar, la duración del día más largo y más corto…), las terrestres (límites, montes, aguas, selvas y desiertos, animales…) y las humanas (trabajos y técnicas de la región, costumbres, formas de expresarse, ciudades…). A lo largo del siglo XVIII se produce el desarrollo de las ciencias especializadas de la Tierra, lo que supuso una pérdida de contenido para la geografía como ciencia general. La geología, la botánica y la química pasan a estudiar problemas que antes eran objeto de la geografía general. Al mismo tiempo, el aumento en la complejidad de las tareas cartográficas dio lugar a la aparición de corporaciones profesionales especializadas, con lo que la geodesia y la cartografía se configuran también como disciplinas independientes. La geografía, en definitiva, se divorcia progresivamente de las disciplinas matemáticas y el geógrafo se identifica con las tareas corográficas de descripción de países y regiones. Los antecedentes de la Geografía Moderna La primera mitad del siglo XIX será fundamental para el desarrollo de la geografía moderna y para su institucionalización universitaria. Varios autores han señalado diversas condiciones de posibilidad en su desarrollo: • Los viajes de exploración que proporcionaron todo un caudal de nuevos datos y experiencias. • La expansión colonial europea, muy vinculada con las sociedades geográficas que popularizaron los conocimientos geográficos y crearon un estado social de opinión favorable hacia la geografía. • El desarrollo del nacionalismo, que dará a la disciplina una función social y política vinculada a la consolidación del sentimiento nacional. • La elaboración de los proyectos conceptuales para la geografía desarrollados por Humboldt y Ritter. • El reconocimiento de la geografía como una disciplina escolar que conllevará la creación de cátedras de geografía para formar profesores. Para algunos autores (como H. Capel) es esta última condición el factor principal en el desarrollo de la geografía a finales del siglo XIX. Alejandro de Humboldt (1769-1859) será reivindicado posteriormente como uno de los fundadores de la moderna geografía, aunque es dudoso que él se considerara a sí mismo como geógrafo. Humboldt pretendía fundar lo que él mismo denomina como “Descripción física de la Tierra”, es decir, lo que hoy se entiende como una geografía física integrada. Una disciplina capaz de integrar los distintos elementos del mundo natural. Este proyecto se plasmará en su gran obra Cosmos. Carl Ritter (1779-1859) por su parte esbozará un proyecto muy diferente. Ritter ocupó un puesto de catedrático de geografía en la Universidad de Berlín desde 1820 hasta su muerte. Su obra principal la Geografía General Comparada constaba de 21 volúmenes con una ingente masa de informaciones. Para Ritter el objetivo de la geografía científica es “la organización del espacio en la superficie terrestre y su papel en el devenir histórico (del hombre)”, un proyecto que se situaba en el marco de la tradición intelectual alemana de la filosofía de la historia desarrollada por Herder y Hegel. La obra de ambos autores aún teniendo gran importancia y ejerciendo una fuerte influencia posterior en muchos geógrafos, no tuvo continuidad en el tiempo. Autores como Paul Claval han señalado el fuerte retroceso que experimento la investigación geográfica entre la muerte en 1859 de estos dos grandes intelectuales y la década de 1870 cuando comienzan a crearse múltiples cátedras de geografía en Alemania. La Geografía Moderna: La institucionalización de la Geografía En Alemania es donde la geografía experimentará un fuerte impulso, principalmente asociado a la enseñanza primaria y secundaria. En 1870 sólo existían en este país tres cátedras de geografía. Sin embargo para 1890 prácticamente todas las universidades alemanas poseían enseñanza especializada en geografía gracias a la decisión del Ministerio de Educación de Prusia. Alemania configurará en este aspecto un verdadero modelo para Europa, especialmente para Francia. Las cátedras serán ocupadas por estudiosos de diversa formación. Por ejemplo F. von Richthofen era un prestigioso geólogo, al igual que O. Peschel. Friedrich Ratzel era farmacéutico por formación y zoólogo por su trabajo posterior. A. Kirchoff era historiador y filólogo. En Francia la institucionalización de la geografía seguirá los pasos de Alemania. Sin embargo, la geografía en Francia será desarrollada principalmente por historiadores como Paul Vidal de La Blache, Bertrand Auerbach o Émile Berlioux. En Gran Bretaña, la institucionalización universitaria será más tardía con fuerte oposición de geólogos e historiadores. En este proceso desempeño un papel fundamental la Royal Geographical Society que ofreció a las universidades de Oxford y Cambridge una ayuda económica para la creación de plazas de profesor. Halford Mackinder, historiador de formación, ocupará el puesto en la universidad de Oxford logrando una gran popularidad. F.H Guillemard, médico y zoólogo lo hará por la de Cambridge. El proyecto de una geografía científica: Geografía física y Antropogeografía La geografía moderna no surge por lo tanto como una disciplina formada y definida. Las diversas propuestas que aparecen para delimitar el campo de la geografía no son coincidentes ni compartidas, hecho que se prolonga hasta la actualidad. En un primer momento, la geografía científica que se desarrolla en las universidades alemanas comienza a definirse sobre todo como geografía física y más concretamente como fisiografía o geomorfología. El trabajo de los geólogos y geógrafos alemanes, Richthofen, Peschel y Penck será fundamental en esta línea. De hecho será F. von Richthofen el primero en definir la geografía como la ciencia de la superficie terrestre con lo que eliminaba de la geografía moderna los temas preinstitucionales de la geografía astronómica, de la geografía matemática y de la cartografía. Así mismo la geografía dejaba de ser la ciencia que estudia el planeta entero, para centrarse en su superficie. Sin embargo será el proyecto de F.Ratzel (1844-1904) el que alcanzará un mayor calado y difusión. Ratzel en el marco del positivismo de finales del siglo XIX y muy influido por la obra de Darwin, de Haeckel y de Ritter, realizará la propuesta de una disciplina centrada en las influencias del medio físico sobre el hombre, a la que denominará como Antropogeografía (1882). Será una disciplina puente entre las ciencias naturales y las ciencias sociales, una explicación naturalista de los hechos sociales centrada en estudiar la naturaleza de las sociedades y sus diferencias y en describir la difusión de los rasgos culturales y los movimientos migratorios de los grupos humanos. En definitiva la Antropogeografía de Ratzel intentaba encontrar las causas naturales de los hechos humanos. El éxito de esta propuesta para la geografía será bastante grande al menos en un primer momento. Influyo tanto en la geografía francesa a través de J. Brunhes y Vidal de la Blache como en la geografía inglesa a través de H. Mackinder y sobre todo en la naciente geografía estadounidense, hasta entonces fundamentalmente física y desarrollada por científicos de formación naturalista como William Morris Davis o R.Salisbury, a través de una discípula directa de Ratzel, Ellen Churchill Semple. En Francia Élisée Reclus (1830-1905), discípulo de Ritter, realizará una obra profundamente personal y popular, pero que paradójicamente no obtendrá reconocimiento por parte de las instituciones oficiales francesas ni tendrá continuidad hasta su redescubrimiento por parte de los geógrafos radicales en la década de los 70. Desde una ética anarquista, Reclus se centrará en las relaciones entre los grupos humanos y el medio natural, en “reconocer el lazo íntimo que reúne la sucesión de los hechos humanos y la acción de las fuerzas telúricas”. La Geografía Clásica: regiones y paisajes En los últimos decenios del siglo XIX comienza a surgir una reacción contra el positivismo y el naturalismo. En geografía esto coincide con una fuerte crítica de las hasta entonces exitosas ideas ambientalistas provenientes de autores como F. Ratzel. La separación conceptual entre naturaleza y espíritu y correlativamente entre ciencias naturales y ciencias sociales se acentúa, lo que afecto al núcleo de la formulación geográfica como una ciencia puente centrada en las relaciones hombre – medio. Como alternativa comienza a configurarse una nueva geografía que tendrá como conceptos centrales los de región y paisaje. Se afirma el carácter concreto (idiográfico) de la geografía frente a las pretensiones generalizadoras (nomotéticas) del ambientalismo y cobran mayor fuerza las explicaciones de tipo historicista y el inductivismo como método de conocimiento. Los protagonistas de esta verdadera transformación conceptual serán Alfred Hettner en Alemania, Paul Vidal de la Blache y Lucien Febvre en Francia y más tardíamente Carl Sauer y Richard Hartshorne en Estados Unidos, donde la tradición ambientalista tuvo un mayor arraigo. Sin embargo la geografía regional y la geografía del paisaje se configuraron de forma independiente y en parte enfrentada. Puede decirse que mientras la geografía ambientalista configuraba una ciencia – relación centrada en la interacción entre los grupos humanos y el medio físico, la geografía regional configuraba una ciencia – método (la geografía como punto de vista). La geografía del paisaje se desarrollaría en cambio de una forma más ortodoxa como una ciencia – objeto (el paisaje como producto material o reflejo de un grupo humano). Alfred Hettner (1859-1941) es quien da forma, de modo más sistemático, a la geografía regional. Para Hettner el estudio de la historia de la geografía mostraba la existencia de dos conceptos de esta ciencia. La de Erdkunde, es decir, la geografía como geografía general, y el de la Landerkunde o enfoque regional o corológico. Si anteriormente había sido posible aceptar a la geografía como una ciencia general de la Tierra, el nacimiento de disciplinas como la geología, la geofísica o la geodesia, hacían imposible esta formulación, con lo que el enfoque regional era el único posible. Así mismo Hettner criticó la definición de Richthofen de la geografía como ciencia de la superficie terrestre, ya que "estudios de la superficie terrestre como tal, es decir, sin tener en cuenta las diferencias locales, no son todavía geográficos". También descarto otras posibles visiones de la geografía como la propuesta de una ciencia del paisaje puesto que “la homogeneidad de la geografía […] no puede, por consiguiente, basarse en la unidad de paisaje, sino que sólo puede ser establecida a partir de la naturaleza interna de regiones, paisajes y localidades” y tampoco era partidario de entender la geografía como una ciencia de las distribuciones espaciales dado que “el dónde de las cosas es –al igual que su cuando, que la distribución y difusión local […]-, una característica, una cualidad de las cosas o fenómenos […] y tiene que ser por fuerza abarcada por las ciencias sistemáticas”. Así pues para Hettner: “únicamente cuando concibamos los fenómenos como propiedades de los espacios terrestres, estaremos haciendo geografía” y la geografía no era por lo tanto ni una ciencia natural ni una ciencia social, sino ambas cosas a la vez ya que “la naturaleza y el hombre forman parte inseparable de la caracterización de las regiones”. En Estados Unidos R. Hartshorne (1899-1992) introducirá, aunque tardíamente las ideas hettnerianas en su influyente obra The Nature of Geography (1939). Será sin embargo en Francia con Vidal de la Blache (1845-1918) y sus múltiples discípulos (A. Demangeon, E. de Martonne, J.Sion, M.Sorre...) donde se popularizará en mayor medida esta nueva visión de la geografía. La geografía se transformaba en disciplina de los espacios únicos o regiones; en una ciencia de síntesis o en una ciencia que no se definía por objeto sino por su punto de vista. La geografía general se integraba como un simple instrumento preparatorio para realizar la síntesis regional como caracterización de los elementos inorgánicos (morfología, hidrografía, climatología…), orgánicos (fauna y flora) y humanos (poblamiento, población, organización política y económica…) de las distintas regiones. Además esta geografía regionalista será bastante critica con la geografía ambiental de estirpe ratzeliana aunque Vidal no dejará de reconocer y apreciar la obra de Ratzel por “reconstruir la unidad de la ciencia geográfica, sobre la base de la naturaleza y la vida”. Por lo tanto la geografía vidaliana no renunció en absoluto a la tradición ecológica, es decir, a ver al hombre inserto en el medio natural ya que según Vidal “la geografía humana no se opone en sí misma a una geografía de la que excluido el elemento humano; tal cosa no ha existido sino en las mentes de unos pocos especialistas exclusivos”, hecho que se concretó en la propuesta de L. Gallois de conceptualizar las regiones como regiones naturales sobre las que los grupos humanos desarrollarían sus géneros de vida. Un importante historiador L. Febvre (1878-1956) será el que se encargará de “triturar” finalmente el ambientalismo en su obra La tierra y la evolución humana (1922). Febvre además será el introductor de la doctrina posibilista, es decir, se encargará de remarcar la libertad relativa de los grupos humanos frente al medio físico y realizará también una importante defensa de la geografía frente a la naciente sociología francesa liderada por E. Durkheim que pretendía sustituir a la geografía por una subdisciplina sociológica denominada morfología social. Paralelamente a la configuración de la geografía regional, se propone la formulación de la geografía paisajística e incluso para muchos geógrafos se producirá una identificación entre los conceptos de paisaje y región. La propuesta del paisaje como objeto de la geografía está muy vinculado con una profunda corriente cultural del ámbito alemán con precedentes por ejemplo en Hegel. Su incorporación a la geografía se inicia en Alemania, con autores como S. Passarge y O. Schlüter. La geografía del paisaje se preocupa sobre todo por el resultado material de las transformaciones humanas en la superficie terrestre. En Francia fue el discípulo de Vidal, Jean Brunhes (1869-1930) el que primero incorporó a su obra el estudio del paisaje. Brunhes fue el autor del primer manual sistemático de geografía humana publicado en lengua francesa en 1910. En éste, Brunhes centra la atención en los productor materiales y visibles de la interacción entre hechos físicos y humanos: la casa, el camino, el campo de cultivo y la devastación animal y vegetal como resultados del trabajo serían el objeto de la geografía humana. En Estados Unidos las ideas alemanas fueron introducidas en 1925 por Carl O. Sauer. Éste veía a la geografía como una ciencia que estudiaba la morfología del paisaje y especialmente la transformación de los paisajes naturales en paisajes culturales por la acción de las diversas culturas. La Geografía Teorético — Cuantitativa A partir de la década de 1950, la geografía conoció una profunda crisis en Inglaterra y Estados Unidos que desemboco en la creación de la denominada geografía teorético – cuantitativa o simplemente “nueva geografía”. La aparición de esta nueva geografía coincide con tendencias parecidas de crisis y cambio en otras disciplinas, especialmente dentro del campo de las ciencias sociales. La base común de todos esos cambios es el retorno a un neopositivismo filosófico, es decir, se reivindica un único método científico válido para todas las ciencias con independencia de su objeto de estudio, se rechazan los procedimientos cualitativos frente a los cuantitativos, se pone el énfasis en la construcción de modelos y la búsqueda de leyes y se aboga por cierto reduccionismo naturalista y más concretamente fisicalista. Dentro de la geografía un hito significativo será la publicación en 1953 del artículo de F. K. Schaefer Excepcionalismo en Geografía. Schaefer atacaba duramente a la concepción regional, especialmente tal y como la expuso R. Hartshorne. Frente a esta concepción a la que denominaba como excepcionalista por centrarse en lo único (la región, el paisaje), Schaefer abogaba por una geografía estandarizada, en cuanto a los métodos, con el resto de las ciencias, que tuviera por objetivo fundamental “la formulación de leyes que rigen la distribución espacial de ciertas características en la superficie de la tierra”. Otros hitos importantes en la revolución cuantitativa serán la publicación en 1962 de la obra Theoretical Geography de William Bunge. Para esta fecha la nueva geografía se había desarrollado bastante en los Estados Unidos a partir de las universidades de Wisconsin (Madison) y de Washington (Seattle), donde se formaron importantes geógrafos cuantitativos como Brian J.L. Berry y Richard L. Morrill. Desde Estados Unidos el movimiento se transmitió pronto a Gran Bretaña y a Suecia. En otros países como Francia o España, donde la concepción regionalista y paisajística tenía una fuerte influencia, la recepción de esta nueva visión de la geografía y de sus métodos fue mucho más tardía, ya que se prolongo hasta finales de los años 60 principios de los 70 y además su influencia fue considerablemente inferior. La geografía cuantitativa recuperará autores y obras más o menos olvidadas o no tenidas en cuenta antes por la geografía como la Teoría de los lugares centrales de Walter Christaller (Los lugares centrales en la Alemania meridional, 1933) o J. von Thünen (1783-1850) sobre la distribución de los usos agrícolas del suelo. Pero la geografía cuantitativa no sólo incorporó nuevos métodos y un nuevo objeto de estudio (la explicación de la distribución de fenómenos sobre la superficie terrestre) sino que influyo también en la reformulación de la tradición ecológica y de la tradición regional que siguieron, por lo tanto, estando presentes en el trabajo geográfico desde estas nuevas posiciones y desde las concepciones tradicionales. Edward Ackerman en 1963 afirmaba que el problema fundamental de la geografía era “nada menos que la comprensión del enorme sistema de interacción que comprende toda la humanidad y su medio ambiente natural sobre la superficie terrestre”, con lo que reafirmaba, de forma renovada, un campo de estudio tradicional. Así mismo dentro de la geografía física se explora la utilidad de nuevas concepciones como la de ecosistema, geosistema o ecología del paisaje. El estudio de la región también se replantea. Aparece, en estrecha relación con el desarrollo de una subdisciplina económica, la ciencia regional, el concepto de región polarizada o funcional. La región deja de considerarse un paisaje homogéneo para empezar a caracterizarse como un sistema de relaciones funcionales, donde sus distintos elementos y muy especialmente la metrópoli regional, aparecen cohesionados por flujos de todo tipo (de gentes, bienes, capitales, información…). En el campo de la geografía urbana se dejará notar el influjo de la escuela de ecología humana de Chicago liderada por Robert E. Park, especialmente por su atención a la organización espacial de las ciudades (modelo zonal de Burguess y Hoyt). La geografía del comportamiento, la geografía radical y la geografía humanista Durante la década de 1960, al mismo tiempo que se imponía la visión neopositivista de la geografía, comienzan a surgir las primeras críticas hacia esta visión de la geografía y empezarán a esbozarse propuestas alternativas. El eje común de todas las críticas será la aceptación, muchas veces poco reflexiva, de la filosofía neopositivista. Se criticará su excesivo formalismo, su reduccionismo fisicalista y su obsesión por buscar leyes y construir teorías generalizadoras. Las críticas comenzarán a converger en torno a tres alternativas: la geografía del comportamiento, la geografía radical y la geografía humanista. Desde dentro del propio paradigma de la geografía cuantitativa se descubre la dimensión psicológica de los agentes humanos y se pone de manifiesto la insuficiencia de los modelos teóricos elaborados para explicar la localización de actividades y usos del suelo. Se plantea el problema de las desviaciones entre los comportamientos esperados, de acuerdo con los modelos existentes de corte economicista (hombre económico racional) y los comportamientos reales que necesariamente responden a otras variables. Todo este movimiento teórico condujo a una preocupación por la percepción humana, los mapas mentales, las imágenes públicas, etc. En gran medida influidos por los movimientos sociales de finales de los 60 y principios de los 70, los geógrafos se sentirán profundamente descontentos con el estado de la geografía y su despreocupación por temas de relevancia social. Un importante teórico como David Harvey autor del manual de nueva geografía Explanation in Geography (1969) dirá en 1972 que “la revolución cuantitativa ha seguido su curso y aparentemente los resultados son cada vez menos interesantes” y que “nuestro paradigma no está a la altura. Está maduro para un derrocamiento”. Surge así la que se denominará geografía radical. Esta geografía alternativa pretende ser comprometida y contribuir a los cambios revolucionarios que la sociedad necesita. Critica la pretendida neutralidad y el cientificismo de la geografía cuantitativa y busca nuevos temas de estudio como la pobreza y los pobres, los ghetos, las condiciones de vida urbana (servicios públicos, crisis de la vivienda…), el bienestar social (a través de la geografía del bienestar), el imperialismo y neocolonialismo, etc. Una revista como Antipode: A radical Journal of Geography editada por Richard Peet será fundamental en todo este movimiento renovador. Desde un plano más teórico, la geografía radical empezará a introducir el marxismo dentro de la geografía. Se configura progresivamente, una geografía marxista muy cercana a las ciencias sociales. Con grandes influencias del estructuralismo marxista francés (Lefebvre, Althusser, Castells) el espacio y las configuraciones espaciales de la vida social se definirán como un producto social, es decir, como un hecho social que debe entenderse en el marco de las estructuras sociales correspondientes y por lo tanto en el contexto de una geografía entendida como ciencia social. En Francia el movimiento radical también tendrá sus repercusiones y culminará en la creación, por iniciativa personal de Yves Lacoste, de la revista de geopolítica Herodote (1976). Por último, la reacción antipositivista también inspiró otra corriente dentro de la geografía, la denominada como geografía humanista. La geografía humanista podrá el énfasis en los aspectos humanos de la geografía, es decir, en los significados, valores y propósitos de las acciones humanas. Se corresponde con las visiones centradas en el sujeto y más hermenéuticas de las ciencias sociales, frente a las visiones más estructurales de la geografía radical. La geografía humanista recibe fuertes influencias de filosofías como el existencialismo o la fenomenología de Husserl. Frente al espacio abstracto de la geografía cuantitativa o el espacio producto social de la radical, la geografía humanista se concentrará en el espacio vivido, en el lugar como ámbito afectivo de la experiencia humana. Además los geógrafos humanistas como Anne Buttimer recuperan la tradición teórica de la geografía clásica, espacialmente francesa, valorando muy positivamente las figuras de geógrafos como P. Vidal de la Blache, Jules Sion o Max Sorre. Nueva Geografía Regional y otras líneas de investigación emergentes Desde mediados del decenio de 1980 se han producido diversas propuestas para renovar la geografía regional, antiguo epicentro de la geografía. Ya desde finales de los setenta, D. Gregory calificaba de tarea vital el revitalizar los estudios regionales y la reformulación del concepto de región. En palabras del propio Gregory: “Necesitamos saber algo sobre la constitución de las formaciones sociales regionales, de las articulaciones regionales y de las transformaciones regionales”. Pero estas propuestas de recuperación de la geografía regional son diversas. Desde los que plantean una vuelta sin más a la síntesis geográfica clásica, hasta los que buscan una nueva geografía regional fundamentada en el marco de las ciencias sociales y de la teoría social. En esta última perspectiva, se subraya el carácter de construcción social de las regiones. Las regiones ya no serán entes permanentes que el geógrafo se encarga de identificar y describir, sino auténticas formaciones socioespaciales que se construyen, cambian y pueden desaparecer. La influencia de la teoría de la estructuración de A.Giddens en estas nuevas formulaciones será bastante marcada. También durante la década de los 80 y la de los 90 se produce el surgimiento de nuevos campos de investigación geográfica. Destacan especialmente, la aparición de la geografía de género o feminista, los estudios poscoloniales, la nueva geografía cultural y la revitalización de una disciplina geográfica antigua pero largo tiempo marginada, la geografía política. La geografía a comienzos del siglo XXI En el siglo XXI la geografía se presenta como un campo amplio y variado con potencialidades y también con problemas. Tras más de cien años de desarrollo institucional, los geógrafos no han conseguido consensuar un marco teórico común ni unos objetivos generales de investigación que integre el desarrollo de las distintas subdisciplinas geográficas, por lo que muchos teóricos reconocen que más que haber geografía hay de hecho un conjunto de ciencias geográficas cada una con sus propios objetos y métodos. Persisten los dualismos y la separación tradicional entre una geografía general y una geografía regional así como entre la geografía física y la geografía humana. Las diversas concepciones de la geografía conviven en la investigación en una actitud de cierto eclecticismo. Pero, por otro lado, la geografía ha experimentado cambios importantes en su historia moderna. Se ha producido un gran desarrollo de las geografías sistemáticas, se ha profundizado en temas de investigación totalmente nuevos como el imperialismo, la desigualdad socioterritorial, la urbanización de los espacios rurales, los riesgos e impactos ambientales, etc y se han incorporado nuevas técnicas y métodos de gran valor (teledetección, SIG, estadística…). WIKIPEDIA, 19 mar 2011; disponible en: http://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_la_geograf%C3%ADa, bajada el 22 de marzo de 2011. Universidad de Panamá Centro Regional Universitario de Veraguas Escuela de Geografía e Historia Taller Nº 1 de Geografía de Panamá Docente: Diocelina Samaniego De Gracia de Tristán Fecha: 15 de marzo de 2016 Nombre: _____________________________ Cédula: _____________ Objetivo: Valorar la importancia de la Geografía en el conocimiento e interpretación de los problemas socio-económicos mundiales y nacionales Contenidos Historia de la Geografía Períodos en que se puede dividir la Geografía Geografía Antigua de Grecia. Principales representantes Geografía en la Edad Media. Principales representantes Geografía en la Geografía en los siglos XV al XIX. Principales representantes Geografía Moderna: La institucionalización de la Geografía. Principales representantes Geografía Científica y Antropogeografía. Principales representantes Geografía Clásica: regiones y paisajes. Geografía Teorético — Cuantitativa Estrategias de aprendizaje 1. ¿Cuáles son los períodos en que se puede dividir la Geografía? 2. ¿Cuáles son las características de la Geografía Antigua de Grecia. Principales representantes 3. ¿Cuáles son características de la Geografía en la Edad Media? Principales representantes 4. ¿Cuáles son características de la Geografía en la Geografía en los siglos XV al XIX? Principales representantes 5. ¿Cuáles son características de la Geografía Moderna? Principales representantes 6. ¿Cuáles son características de la Geografía Científica y Antropogeografía? Principales representantes 7. Explique la Geografía Clásica: regiones y paisajes. ¿Qué sostienen sus exponentes? 8. ¿Qué es la Geografía Teorético — Cuantitativa? 9. Represente con figuras a los principales exponentes Fuente: Fuentes documentales del Departamento de Geografía Internet: http://es.wikipedia.org Evaluación: • Formativa: Desarrollo de la Guía • Sumativa: Entrega de la estrategia Nº 1. Valor 10 puntos Criterios Resumen debe tener una hoja corta y una de análisis en letra Nº 12 a espacio de 1.5 ¿QUE ES LA GEOGRAFIA HUMANA? La Geografía humana acaba de pasar, a mediados del presente siglo, por una auténtica crisis: se ha dicho que había tantos conceptos y definiciones acerca de ella como geógrafos. Algunos permanecen aferrados a la Geografía clásica, mientras que otros se afanan por estudiar aspectos nuevos. ¿Es posible conservar de la Geografía clásica aquello que merezca serlo e incorporar las aportaciones, los nuevos puntos de vista que han demostrado su validez? Para comprender lo que es la nueva Geografía, que se ha visto enriquecida con una serie de tendencias y métodos elaborados en estos últimos años, es preciso exponer la evolución de esta ciencia desde la época de los grandes clásicos y precisar las aportaciones de algunos especialistas. Solo entonces podremos intentar definir los objetivos y los límites de la Geografía humana actual. A. EL PUNTO DE PARTIDA: LA “LA ANTROPOGEOGRAFIA” DE FRIEDRICH RATZEL Y LA GEOGRAFIA HUMANA DE VIDAL LABLACHE La Geografía humana se formó a fines del siglo XIX y a principios del X. No hablaremos de sus orígenes, anteriores a F. Ratzel y a P. Vidal –Lablache, ni la obra de Karl Ritter, que data de la primera mitad del siglo XIX .Sin embargo, Ritter ejerció, gran influencia sobre Ratzel y, singularmente, la formación histórica del primero se dejó sentir en la obra del segundo. La “Antropogeografia” de Ratzel La Antropogeografia de Ratzel (1882-1891) señala el comienzo de la Geografía humana alemana. Esta obra fue seguida de una Geografía política, que también ejerció una gran influencia; y de toda una serie de trabajos que son mencionados en el libro de J. Steinmetzler citado en nuestra bibliografía. A partir de esto momento, la Geografía humana deja de ser un repertorio de hechos sobre las regiones conocidas desde fecha muy antigua y de observaciones pintorescas sobre las regiones exploradas recientemente. Se hace explicativa. En primer lugar, Ratzel explica la distribución de los hombres en la superficie de la tierra; define la ecúmene, es decir, la parte habitada o, más exactamente habitada del planeta y las relaciona con las características físicas. Los obstáculos que se oponen a la ocupación humana son estudiados con todo detenimiento. Pero, en el interior de los límites del ecúmene, de una extensión que está en relación con su tipo de civilización y que deriva de su expansión. Así, pues, la Geografía humana tiene una serie de puntos de contactos con la investigación histórica al preocuparse de la noción de la expansión, de migración, y se interesa en los hechos políticos al tener en cuenta la noción de civilización y de espacios ocupado por cada pueblo. Por otra parte, el primer volumen de la Antropogeografia lleva como subtítulo La aplicación de la geografía a la historia, mientras que el segundo se anuncia como el estudio de la expansión (y, también, de la distribución) del hombre. La huella de esta expansión, presente y pasada (junto con un capítulo sobre los restos de civilización desaparecidas), interesa también al autor, que estudia los establecimientos humanos y crea así la Geografía del habitad o del poblamiento. Finalmente, Ratzel pone en guardia contra los métodos empleados por dos ciencias auxiliares de la Geografía, pero cuyo espíritu es, en ciertos autores, básicamente a geográfico: la Estadística y la Etnografía. Los estadísticos son” terribles niveladores. Toman como campo de operaciones las divisiones políticas y las circunscripciones administrativa” y hacen desaparecer, en cada una de las mismas, “las desigualdades que derivan del suelo y de los asentamientos reales de los grupos humanos”. En lo tocante a los etnógrafos, estudian los pueblos aisladamente, sin profundizar en sus relaciones con el medio ambiente y sin preocuparse de la distribución de los fenómenos que estudian. Critica. La obra de Ratzel es auténticamente geográfica, pues estudia al hombre en sus relaciones con su asentamiento, con el espacio en el que se mueve y con el marco que lo limita. Su crítica de los métodos estadísticos era válida en su época. Sin embargo, en la actualidad la mayoría de los estadísticos se esfuerzan por distribuir las cifras dentro de unidades geográficas. El geógrafo debe criticar los datos numéricos y reagruparlos acto seguido en el marco especifico de su propia investigación. Por lo que a la etnografía se refiere, debemos distinguir varios aspectos. De hecho, la gran mayoría de etnógrafos tienen en cuenta la distribución geográfica del pueblo que estudian y al procedencia de las influencias que ha sufrido. Facilitan al geógrafo una serie de datos indispensable sobre las estructuras sociales (véase, por ejemplo, los epígrafes de las fotografías 12 y 13) y le previenen del peligro que correría si tratara de explicarlo todo por las condiciones naturales. El geógrafo se separa de ellos cuando dan una gran importancia a los hechos técnicos; por ejemplos, a tal o cual forma de arco o flecha. En este aspecto, Ratzel actuó como etnógrafo sin saberlo: su Antropogeografia incluye una descripción de las armas de caza africanas. Detalles de esta índole no interesan a nuestra disciplina, a menos que estén relacionados con la distribución de otros fenómenos más vinculados con el medio ambiente, y en ese caso tienen valor de síntomas. Mucho más grave es el organicismo de Ratzel. A su juicio, una sociedad humana es algo parecido a un organismo, punto de vista que recuerda el de H. Spencer, o a una especie biológica. Esta noción de pueblo no tiene en cuenta las diferencias geográficas que existen en el interior de una unidad étnica, ni tampoco los lazos que pueden crearse entre las naciones con el progreso del cosmopolitismo. En último término, lleva en germen el empleo de la Geografía con fines propagandísticos. En efecto, después de haber definido el espacio en el que se mueve cada uno de los pueblos primitivos (los “pueblos de la naturaleza”), Ratzel transpone esta noción al campo de los pueblos evolucionados (pueblos de kultur), sin tener en cuenta que la renta de estos últimos proviene, en parte, de los recursos comerciales que obtienen fuerza del espacio en que habitan: en realidad, se trata de la teoría del espacio vital, que otros geógrafos alemanes tomaran de Ratzel. Y, como a menudo escribía con ardor místico, sus juicios no siempre son ecuánimes. Se ha intentado Demostrar que los escritos del Ratzel místico son diferentes de los del Ratzel geógrafo: sin embargo, estos últimos llevan germen de los primeros. La doctrina de Vidal-Lablache La obra del francés Vidal-Lablache es algo posterior a la de Ratzel. Está contenida en unos cuantos artículos de los primeros años de los Annales de Geographie y en una obra de geografía regional: el Tableau de la gegraphie de la france, tomo I de la histoire de France de Ernest Lavisse, que apareció en 1903. Vidal no tuvo tiempo de escribir una geografía humana general, pero sus manuscritos fragmentarios fueron reunidos después de su muerte por su yerno Emmanuel de Martonne, bajo el título Principes de geographie humaine, y fueron editados en 1922. Tanto por sus escritos como por la influencia que ejerció sobre sus discípulos, A. Demangeon y Max Sorre, Vidal-Lablache es el fundador de la Geografía humana francesa. Estudia la influencia del medio ambiente y le debemos páginas admirables sobre las regiones sobre las regiones mediterráneas. No obstante a su juicio, el medio ambiente no permite establecer leyes. “Todo lo relacionado con el hombre es contingente.” Del valor de las regiones no se puede deducir la distribución de los hombres. Las influencias históricas (por ejemplo, las árabes en determinados países mediterráneos) modifican el medio ambiente humano. La cultura de Vidal-Lablache da como resultado el juzgar con una gran prudencia. El plan de sus Principes comprende tres partes y unos cuantos fragmentos. En la primera estudia la distribución de los hombres en el globo, pero no se le limita a dar unos principios generales, sino que penetra también en lo concreto, es decir, en la geografía de las grandes zonas de poblamiento consideradas como ambientes de vida. La segunda parte tiene más puntos de contactos con la Etnografía, pues trata de formas de civilización: estudia el papel del medio ambiente la adaptación al mismo gracias a la alimentación, a los materiales de construcción utilizados y a las formas de agrupación del habitad. La conclusión del capítulo dedicado al modo de agrupación nos introduce en el mismo corazón de la doctrina vidaliana: precisa las relaciones con las condiciones naturales y, en especial, las relaciones con el reparto de la tierra de cultivos, teniendo en cuenta que la dispersión de esta última suele ser paralela al habitad disperso. Pero, acto seguido, estudia el papel que juega la seguridad, toda vez que las necesidades de la defensa conducen a la agrupación. En fin, Vidal demuestra que una aldea, una vez constituida, crea un determinado ambiente de vida y que el tipo de agrupación evoluciona de acuerdo con las circunstancias históricas. Vemos pues, que el autor tiene en cuenta las interacciones de lo físico y de lo social. La idea de la evolución del habitad hace que estudie de forma más general la evolución de las civilizaciones, evolución que puede deberse al contacto o a la trasformación interna. La tercera parte de lo Principes estudia la circulación y señala el papel que juegan los trasportes en las sociedades humanas. En la última sección de la obra, Emmanuel de Martonne ha agrupado diversos fragmentos, que no sabemos qué lugar hubiera ocupado en la obra definitiva de Vidal-Lablache. Critica. En primer lugar, es preciso decir que la geografía de Vidal-Lablache no se ponen al servicio de la propaganda política .A lo sumo, afirma que los annales de geographie, que dirige en colaboración, responden a las necesidades de una “gran potencia colonial” como Francia, pero jamás se apoya en la en la Geografía para reivindicar la posesión de un territorio. Nos encontramos en plena serenidad científica. Debemos a Vidal-Lablache el examen sintético de los ambientes de vida. El autor de los Principes jamás se pierden en un análisis y siempre consideran a la Geografía como un todo. Así mismo, le debemos nociones esenciales, como la de modo de vida. Y, sobre todo, le debemos su desconfianza en las “leyes” geográficas, su prudencia antes de la contingencia de todos los humanos y sus afirmaciones de que el vínculo del hombre con el medio ambiente, por muy esencial que sea, es lo suficientemente complicado y múltiple para que el geógrafo no caiga en el determinismo. Después del medio siglo de investigaciones resulta muy fácil criticar al maestro de la Geografía francesa. También es cierto que nuestras preocupaciones han evolucionado y que la obra del Vidal-Lablache no nos satisface por entero. El estilo como por ejemplo, no nos convence. Resulta un tanto poético para nuestros días. Cuando leemos, a propósito de la aldea india, que “en un pequeño mundo cerrado y sus influencias es tan grande que ahoga todos los otros sentimientos de comunidad” (Principes página 196), desearíamos un análisis más preciso de la cohesión aldeana: ¿Cuáles son las prácticas de la comunidad? ¿Cuál son las relaciones de dependencia del hombre a hombre? ¿Cuáles son las relaciones comerciales de la aldea con el exterior? Asimismo, no acostumbra a estudiar las diferencias sociales que existen en el interior de los grupos: para él, el grupo es una entidad que nosotros desearíamos ver dividida en clases sociales o profesionales. En lo referente al papel que juega la Historia, Vidal-Lablache siempre lo tuvo en cuenta. En los Principes habla extensamente de la evolución de las sociedades y de los fenómenos históricos, tales como la via romana. Pero solo en contados casos se sitúa en el origen de un hecho rural estudiado; por ejemplo, cuando analiza un tipo regional de hábitat no se sitúa en el momento de la génesis de este tipo: raza, concesión señorial, etc. Hoy en día, la Geografía es mucho más exigente que a principios de siglo: desconfía de las leyes y no admite el determinismo, pero exige, además que se descomponga a los grupos en sus elementos, que luego son integrados de nuevo para reconstruir una sociedad; así mismo exige que, para explicar un fenómeno determinado se estudien las condiciones precisas de su génesis. No cercana en absoluto los príncipes de Vidal-Lablache; al contrario, añade numerosos puntos de vista nuevos. B. La Geografía Humana En Alemania Después De Ratzel La influencia de Ratzel traspuso las fronteras de Alemania. Vida-Lablache le debe mucho y es posible que la noción de modo de vida, esencial en él, derive del organismo ratzeliano. Según C. Troll, la geografía humana alemana ha abandonado la doctrina de Ratzel y durante algunos decenios, se ha orientado hacia una concepción basada en la Historia. El representante más importante de esta Geografía histórica alemana es R. Gradmann, que intenta situar los fenómenos geográficos en el momento de su aparición y seguir su evolución. Una segunda tendencia esta probablemente relacionada con la obra de Ratzel, aunque C. Troll lo niegue. En todo caso la Geopolítica aparece ya en germen en la obra ratzeliana; pero la Geopolítica está más orientada que la Geografía Política de Ratzel hacia las reivindicaciones de tipo político. Su creador es K. Haushofer. En su mayor parte, la obra es anterior al régimen nazi, pero dicho régimen la exploto a fondo; esto no impidió, sin embargo, que el hijo de Haushofer fuera detenido por la Gestapo y que el padre se suicidara a la muerte de aquel. La influencia de K. Haushofer en el campo de la Geografía alemana ha sido exagerada. Si bien la oposición a sus doctrinas no se manifestó, debido al respeto que inspiraba el maestro, no por eso fue menos vigorosa, y, desde 1945, la Geografía humana alemana y austriaca no presenta resabios de geopoliticismo. Es sorprendente el gran número de artículos inspirados en la política que aparecieron en las revistas alemanas anteriores a 1945. A partir de esta fecha han preponderado una serie de tendencias que enriquecen la Geografía humana. W. Hartke estudia las causas sociales y funcionales de los fenómenos geográficos. Asimismo, H. Bobek da gran importancia a la estructura social de las regiones y estudia las causas en su aspecto funcional. La Geografía histórica, que jamás ha desaparecido, ocupa el lugar que le corresponde en el movimiento contemporáneo y centra su interés en el estudio de los cambios del paisaje, desde paisaje que deriva de la civilización. Los factores éticos y religiosos que se superponen a los económicos, sociales y ecológicos, son estudiados con más o menos detenimiento según autores, pero, en conjunto quizá se da más importancia en Alemania que en Francia al papel que juegan en las sociedades humanas. A partir de 1947, C. Troll pudo formular una definición de la Geografía humana muy parecida a la que damos más adelante. Según él, está Geografía describe lo visible y lo funcional; establece los vínculos recíprocos entre los fenómenos; utiliza la Historia para explicar las evoluciones, pues es más histórica que estática, y al trabajar en unión con otras ciencias elabora nuevos puntos de vista. Se trata, en realidad, de una ciencia sintética que juega un gran papel en la geografía mundial. C. LA HERENCIA VIDAL – LABLACHE: LA GEOGRAFIA DE A. DEMANGEON Y LAS GRANDES TESIS REGIONALES FRANCESA HASTA EL AÑO 1933 La doctrina de A. Demangeon Los sucesores de Vidal-Lableche pusieron en práctica sus principios tanto en el extranjero en el extranjero como Francia. En este país fueron fieles a sus métodos durante el primer tercio del siglo XX. En aquel entonces la Geografía humana se hallaba influida por Albert Demangeon, que murió en 1940. Sus trabajos más importantes han sido reunidos en una obra póstuma, Problemes, de Geographie Humanie, que Demangeon no tuvo tiempo de escribir. El autor da una definición de la Geografía humana mediante aproximaciones sucesivas: 1. El estudio de las relaciones de los hombres con el medio físico. Pero, a su juicio, esta definición es demasiado amplia. “Dejamos a los demás dice_ el estudio de los elementos fisiológicos de la naturaleza humana”. De ahí la reflexión: 2. El estudio de los grupos humano en sus medio físico; en esta ocasión renuncia a estudiar al hombre en tanto cuanto individuo. Pero, como el hombre transforma, a su vez, el medio ambiente, da esta última definición: 3. El estudio de los grupos humano es sus relación con el medio geográfico ( es decir, en un medio que puede haber sido transformado, como el de los polders, o en aquel cuyas características esencial se deben al hombre, como, por ejemplo, el medio urbano) Partiendo de esta definición, A Demangeon atribuye a la Geografía el estudio de cuatro grupos de relaciones: 1. La relaciones entre los grupos humano y las grandes zonas naturales a través de esta adaptación, que contribuye el modo de vida. 2. La evolución del tipo de civilización. 3. La repartición o distribución de los hombres (efectivos, densidades, migraciones) 4. El habitad o poblamiento Los principios esenciales recuerdan los de Vidal-Lableche; 1. No existe un determinado absoluto: “solamente una serie de posibilidad, actualizadas gracias a la iniciativa humana”. 2. La Geografia humana tiene que trabajar apoyándose en una base territorial. De ahí que la Geografía humana difiera de la Psicología, pues esta centra más su atención en los vínculos psicológicos colectivos que en las relaciones del hombre con la tierra. 3. La Geografia humana, para ser explicativa, debe tener en cuenta el pasado, recurrir a la Historia y, en consecuencia, a los archivos Demangeon consagro si tesis complementaria a las fuentes de la Geografia a los Archivos Nationales. Critica. Hay poco que añadir a la definición de A. Demangeon. Quizá se le pueda criticar el que excluya el estudio del organismo humano en sus relaciones con el medio ambiente, pues la Geografia médica puede prestar grandes servicios a la Geografia humana. Pero lo que Demangeon quiere decir es que la adaptación del organismo al medio ambiente puede ser objeto de un estudio no geográfico, si es demasiado analítico, y no sitúa al hombre en el conjunto del medio en que vive. Al llegar a este punto nos enfrentamos con su problema del que se hablara más adelante: hay un gran número de ciencias “auxiliares” de la Geografia (al igual que ocurre con la Geografia física) y hemos de recurrir a sus servicios cuando buscamos una explicación. Pero la búsqueda de la explicación nos aleja del examen sintético del medio ambiente; las ciencias “auxiliares” han de ser un medio, jamás un fin. Lo mismo podríamos decir de la investigación histórica, Demangeon y la mayoría de las tesis regionales francesas anteriores a 1933 has preferido a la biológica. A menudo tenemos la impresión de que los geógrafos has hecho de estudio de la evolución un fin en sí mismo (como en el caso de la Morfogenia en la Geografia física). Más adelante precisaremos el papel que juega la historia en la Geografia humana. Asimismo, la Geografia de A. Demangeon suele considerar a las sociedades como un todo: no valora debidamente las diferentes sociales que existen en el interior de las celulas territoriales; ahora bien, estas diferencias son muy importante para el geógrafo, pues son el reflejo de desigualdades en la posicion de la tierra o de los bienes industriales. A. Demangeon es un gran clásico; sin embargo, a pesar de que definición de la Geografia humana aun es válida, su metodo no está la altura de nuestra necesidades. Y lo que ahora vamos a examinar es de qué manera responde cada una de las nuevas tendencias a algunas de estas necesidades. Solo hablaremos de las más características, teniendo en cuenta, eso sí, que hay tantas geografías como geógrafo…; y, toda vez que no hay tendencia a las figuras más importante. D. ALGUNAS TENDENCIAS RECIENTES EN GEOGRAFIA HUMANA a. La Geografía etnográfica de J Brunhes y P Deffontaines A pesar de que la obra de J Brunhes es bastante antigua (sus tesis el regadío agrupamos con las tendencias modernas porque constituye una derivación de humano que por su resultado. Estudian formas como los tejados: en la conclusión conclusión general de la última edición abreviada da, que lleva por título < Consideracion recapitulada y finales sobre el método de os “hechos esenciales”. Lo que es geógrafo y lo que no lo es>, hay un mapa de los tejados de Francia. Insisten en los detalles “visibles, que pueden ser fotografiados”: así, por ejemplo, el capitulo consagrado a los cultivos y a la ganadería contiene una página sobre los “rasgos fisonómicos anejos a los cultivos”, cabañas, cañizos para el secado, etc. A pesar de que los detalles se enmarcan de nuevo dentro del medio físico y humano, las preocupación de los autores son, pues, de orden analítico. Resulta significativo que las principales plantas cultivadas sean estudiadas aisladamente y que los sistemas de cultivo no den lugar a unos desarrollo relacionados con el medio físico y social, cuando en otros apartados los autores se esfuerzan por definir estas relaciones (véanse, por ejemplo, los gráficos que representan las curvas anuales de trabajo agrícola en distintas regiones). El espirutu de análisis resulta evidente, sobre todo en el plan J. Brunhes se ha trazado. La Gegraphie Humaine establece una distinción entre los “hechos de ocupación improductiva del suelo (casas y camino)” los “hecho de conquista vegetal y animal (campos cultivados y animales domésticos)”; y los hechos de economía destructiva (explotación minerales y devastaciones vegetales o animales)”. La Lannou ha criticado este plan y nosotros remitimos al lector a su Gegraphie humanie (pp138-141). Ha otro demostrado que el aparente rigor de la clasificación obedecida a un cierto formalismo (la roza es constructiva y destructiva al mismo tiempo; propiamente hablando, la casa y el camino no son improductivos); y, sobre todo, los marcos del esfuerzo humano están disociados loa unes de los otro. Resulta difícil, pues aceptar el plan propuesto por J. Brunhes. Pero debemos meditar sobre el precepto brunhiano de estudiar lo concreto; al mismo tiempo, no podemos por menos que reconocer la valía de los trabajos de los dos continuadores, que en varias ocasiones han enriquecido los primeros análisis mediante u a serie de síntesis, y considerar como clásicas las monografías del Mzab, del Souf y del Valle de Anniviers, que han conseguido salvaguardar la unidad del conjunto geográfico. b. La geografía biológica y Sorre A pesar de su autor, por modestia, no lo considere así, los cuatro volúmenes de la obra de Max. Sorre, Les Fondaments de la Gegraphie Humaine, constituyen un autentico tratado de Geografía humana. El primer volumen se titula Los fundamento biológicos. Ensayo de una ecología del hombre; los dos siguientes, Los fundamentos técnicos, y el último, El habitad. Conclusión general. Los tres tomos no siguen el plan que el autor considera el mas apropiado para un tratado. Max. Sorre dice que, si bien su obra puede prestar los servicios de un tratado, originariamente no fue concebido como tal. En forma de tabla analítica propone un “orden que podría se r el de un manual” (III, p 493): I. problemas generales; II.los medios ambientes. Recursos y necesidades; III. Geografía de las actividades humana; IV. El ecúmene; V. las regiones. Asi, pues, los Fondements abarcan gran numero de temas, y asi los encasillamos en una “tendencia “es para hacer resaltar aquellos puntos en que el autor, que sigue la tradición de Vidal Lablache, hace gala de originalidad. El primer volumen, consagrado a los Fundamentos biológicas, considera al hombre como un organismo (según su definición, es un homotermo de pies desnuda) en lucha contra el frio, el calor, las bajas presiones de las alturas. Pero este organismo vive en simbiosis con otros organismos vegetales o animales: los animales domésticos, las plantas cultivadas, que el mismo ha seleccionado y de las cuales se alimenta (de ahí un estudio de los regímenes alimenticios) y los complejos patógenos, es decir, la asociación formada por los microbios y por los organismos que los transmiten. Asi, por ejemplo, la malaria es el resultado de unos de estos complejos (el anofeles es su vector en los organismo contaminados). Cada complejo tiene una área de extensión que se supone a una parte de ecúmene y que limita la vitalidad del hombre. Si calificamos de biológica de geografía de Max. Sorre es por este aspecto de su investigación, en aparente contradicción con la definición restrictiva de A. Demangeon (véase p. 8 y p. 52). El calificativo de sociológico es más dudoso. Se justifica primeramente por la importancia que da a las técnicas, términos tomado en un sentido muy amplio, pues para, Max. Sorre, un tipo de gobierno tiene el mismo derecho al título de técnicas que un modo de empleo de la energía animal o hidráulica. Toda vez que, según Max Sorre, una técnica es un resultado de una invención, la geografía de este autor se preocupa de unas series de problemas relacionados con la psicología colectiva; por otra parte, el pensamiento del autor está impregnad de sociología: en su obra abundan los subtítulos que insisten en el vinculo social: “la sociabilidad en la serie animal”; “los principios de las sociedades humanas”; “las tribus y los clanes de los pastores nómadas”; en cambios, la historia interesa mucho menos a Max. Sorre que a Vidal-Lablache o A. Demangeon. En un artículo publicado en el año 1953 sobre el método histórico en la geografía humana que la historia opone una resistencia a las explicaciones que vienen dadas por las condiciones actuales y, de hecho, el autor se interesa mucho mas por el equilibrio biológico o social de hoy en día que por el desequilibrio debió a las supervivencias del pasado Max. Sorre ha renovado a la geografia humana al otorgar una gran importancia a los factores sociales y biológicos c. La Geografia histórica de Roger Dion A diferencia de Max Sorre, R. Dion insiste en el papel que juega la Historia. Al hacer esto vincula con una tendencia que en Alemania ha estado vigente desde comienzo de siglo (véase p. 6); pero que en Francia no fue introducida hasta el año 1931, fecha de la publicación de los caracteres originaur de la historia rurales franscés, el historiador Marc Bloch. Las dos tesis de R. Dion, un poco posterior, fueron publicadas en 1933. En el exterior, esta tendencia también tiene su representante: en Inglaterra, H. C. Darby y sus colaboradores han escrito una Geografia histórica de Inglaterra ante de 1800. Esta Geografia histórica puede ser aplicada tanto a la industria como a la vista rural, y, de hecho, R. Dion la ha aplicado los fenómenos urbanos que ha originado la frontera francesa del Norte (véase p. 644). Sin embargo, en la mayoría de los casos ha sido aplicada al mundo rural, lo cual es muy comprensible, pues, antes de la revolución industrial, la mayor parte de las actividades humanas giraban en torno de la agricultura. R. Dion insiste en el papel que juegan las supervivencias y restringe, por el contrario, el de las condiciones físicas actuales; no obstante, atribuye una gran importancia a las condiciones de circulaciones de los atalajes por el suelo cultivado. En sus dos tesis, de Le Val de Loire y Essai sur la formation du paysage rural francais, reacciona contra la tendencia representada por Risler, en su Geologie agricole, que considera al subsuelo un elemento esencial de la economía legado por el pasado, y el valle del Loira se encuentra precisamente cerca de la zona de contacto de dos sistema cuya oposición fue ya señalada por los agrónomos del siglo XVIII: un sistema de campos cerrados, con amplios pastos y un habitad disperso, formado la llamada herupe, y otro de cultivo cerealistas en forma de campos abiertos y alargados, sistema este ultimo que utiliza el campo en barbecho como pasto y que agrupa las casas rurales en aldeas. La geografia actual deriva mucho más de la herencia de estos sistemas que la naturaleza de los suelos, que a lo sumo solo ha podido favorecer localmente la extensión de uno u otro. Como vemos, el pasado es un factor explicativo, y, en este aspecto, la tesis de R. Dion ha sido aceptada por numerosos autores: Le Lannou ha demostrado que el habitad de la Cerdaña interior se debe a un replique medieval, pues las ciudades habitadas son mucho menos numerosos que en tiempos antiguos (asi parecen, al menos, indicarlo los nuraghes, ruinas prehistóricas construidas con albarrada). Aun cuando las condiciones naturales surgieron siendo las mismas, el hábitat se concentro. Esta geografia agraria con base histórica utiliza documentos catastrales actuales, pero también analiza, tal como indico A. Demangeon, los documentos del pasado hasta alcanzar la máximas precisión posible: planos antiguos en lugar de mapas a pequeña escala, documentos catastrales destinados a la distribución de los impuestos o documentos señoriales acerca de los hechos sobre el régimen de explotación. Más que en cualquier otro caso, el trabajo de archivo es inseparable de la Geografia humana. d. La primacía de lo económico P. George, la escuela de Lund P. George considera al hombre un productor – consumidor. En una reseña escrita a propósito de la obra de Le Lannou, La Geographie humaine, dice: “La primera condición para ser hombre – habitante” (alusión a la definición de Le Lannou según la cual la Geografia humana es la ciencia del hombre – habitante) “es ser consumidor y para ser consumidor es preciso ser productor directa o indirectamente. El punto de partida de la Geografia humana es el inventario de las fuerzas productoras o, si se refiere de los medios de existencia de los grupos humanos” (C.R. citado, p. 215)las investigación de P. George se centran pues en “los métodos de movilización” de los recurso. La historia a la cual recurre cuando le conviene, no tiene tanto interés para él. En efecto la “inercia” del medio ambiente encuentra su explicación, según P. George en los hechos económicos. En el medio campesino como por ejemplo, la duración de las supervivencias se explica por el hecho de que “el sistema social y las relaciones de producción, dos hechos de organización, son tales que los gastos de transformación no están al alcance de la pequeña explotación campesina. P. George considera por tanto que el hecho psíquico de la rutina tiene un origen económico. En realidad, el desfase entre adaptación a las circunstancias económicas actuales y la forma de explotación o el método de vida interesa mucho menos a P. George a un geógrafo “histórico”. Si Roger Dion estudiase e l campo soviético, se interesaría por la supervivencia del antiguo régimen, mientras que P. George, aun mencionándolas destaca el papel que juega la organización del nuevo sistema, los títulos de su geografia humana están en agrupados de acuerdo con un determinado tipo de organización política. Sus libros, titulados la champagne y la ville, agrupan en un mismo capitulo los fenómenos rurales de los países “socialistas”, es decir de aquellas naciones cuyo gobierno ha adoptado un programa marxista y resulta sorprendente ver que el Tíbet está clasificado junto con los suburbios de Mosca. Asimismo según P. George, una al de del Livradois pertenece al mismo tipo agrícola que las explotaciones de la meseta de Langres pues en ambos casos priva un policultivo poco evolucionado en un medio ambiente que se caracteriza por el éxodo rural. El medio físico es diferente; pero a juicio de P. George el papel que desempeña es secundario si se le compara con las condiciones económicas. p. George hace objeto de crítica a la nación< de modo de vida porque está estrechamente vinculada al medio ambiente. Max. Sorre la acepta y la transforma en un sentido sociológico, es decir divide el estudio de una sociedad compleja en diferente modos de actividades. Pero este punto de vista establece, según P. George una serie de distinciones entre la descripción del empleo del tiempo. A su juicio es mucho más importante estudiar la organización de la producción y de las relaciones sociales. Estamos de acuerdo con P. George cuando afirma que el tipo de producción es uno de los factores más importantes de la Geografia Humana. Ningún aspecto de la misma resulta inteligible si no se tiene en cuenta el papel que desempeña en la organización política la localización y el origen de las inversiones: una región organizada de acuerdo con una economía de exportación es radicalmente diferente de una región en la que se han llevado a cabo inversiones productivas. Sin embargo nuestra geografia humana estudiara con mayor detenimiento que la de P. George las diferencias locales en sus relaciones con el medio físico y dará mayor importancia que la suya a las influencias del pasado. Al igual que p. George la escuela de Lund, la Universidad del sur de Suecia otorga la primacía a lo económico pero de una forma analítica. A diferencia de la geografia humana del tipo de organización, que explica y reúne hecho geográfico que en apariencias son distintos, tales como una producción, una evolución demográfica y un paisaje rural, la geografia de Lund se limita a estudia fenómenos aislados( por ejemplo, los servicios de autobuses). Estos métodos son indispensables, pero han de ser de nuevo situados en el conjunto geográfico. Incluso en el caso de que estudie las condiciones de una realización actual, el geógrafo no puede omitir las lejanas relaciones de los proyectos que están siendo examinados. Asi, por ejemplo la construcción de una nueva vía de comunicación no tiene que ser estudiada solo desde un punto de vista de tráfico: debido a la influencia que ejerce sobre los precios, puede modificar determinadas localizaciones industriales y determinados sistemas agrícolas. Asimismo un especialista en Geografia los transportes debe conocer los problemas agrícolas y los industriales y ha de tener en cuenta las interacciones de otros elementos del problema. La escuela de Lund contribuye de forma magnífica a los estudios geográficos; ahora bien es preciso que tengamos en cuenta que sus publicaciones solo son uno de los aspectos de una geografia que no rechaza la síntesis. La distribución de la población mundial Por población se entiende el conjunto de habitantes que ocupan un determinado espacio y cuyas actividades se relacionan con los recursos proporcionados por el área en que vive. Este comportamiento es el resultado de la interacción del hombre con su ambiente. Entre 1900-1960 ya era de 2.987.000.000 personas la población mundial y en el siglo la población mundial al principio de la era cristiana se estima que fue de 250.000.000 de personas, en el siglo XVII fue el doble y al siguiente siglo ya tenía el doble de población que seria de 1.000.000.000 de personas. XX ya es de 5.759.000.000 personas. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que la población mundial aumentará aproximadamente 77.000.000 de personas por año. La población mundial no está distribuida uniformemente, ella tiende a concentrarse en aquellas regiones de mayor riqueza o de mayor necesidad de fuerza de trabajo; dejando partes sin población o con poca densidad y otras zonas altamente pobladas. La densidad de población que señala la distribución de la población en el espacio y la relación entre la población y la superficie terrestre que ocupa, se obtiene aplicando una fórmula sencilla: Densidad de población = Población/ superficie. Existen en la Tierra cuatro grandes zonas de alta densidad de población, ubicadas todas ellas en el Hemisferio Norte, y en ellas el 75% de la población se aglomera en sitios de latitudes medias con clima benigno. Estos focos de población son: Asia Oriental: Japón y a costa China. La economía de Japón es capitalista y desarrollada; China, por otra parte, tiene una economía una economía socialista basada en la agricultura del arroz y la cual exige enorme fuerza de trabajo. China es el país más poblado del mundo, con más de 1.320 millones de habitantes. 1 de cada 5 habitantes de la Tierra es chino. Más del 80% de la población se localiza en el tercio oriental, que presenta una orografía más bien llana, posee grandes ríos y un clima más suave, sujeto a los monzones, que el resto del país. Desde el amanecer de la historia ha sido sede de importantes concentraciones humanas. En la actualidad es protagonista de un elevado crecimiento económico. Todos estos factores favorecen que este lugar del mundo posea una alta densidad de población. Asia Meridional o Monzónica: Pakistán, India, Bangladesh, Indonesia y los que forman parte de Indochina. India es el segundo país más poblado del mundo, con más de 1.100 millones de habitantes. La mayor parte de la región está constituida por grandes llanuras (aunque también hay importantes cordilleras) y está sujeta a la influencia climática de los monzones, que trae épocas de grandes lluvias y sequías a lo largo del año. En esta zona del planeta se localizan las áreas más densamente pobladas del mundo. América del Norte Es el subcontinente que ocupa la parte norteña de América. Gran parte de la región goza de un clima templado y posee grandes llanuras regadas por ríos caudalosos. Posee importantes recursos mineros y energéticos. Ambos factores facilitan la explotación de los recursos por parte del hombre, lo que provoca que existan grandes concentraciones de población repartidas por toda la región: las megalópolis del noreste de Estados Unidos, las áreas urbanas de California, y el centro de México, y algunas zonas del sur de Canadá. Sin embargo junto a estas regiones existen grandes extensiones muy despobladas, como son las Montañas Rocosas, Alaska, y prácticamente todo Canadá. Europa Occidental Históricamente es uno de los continentes que primeramente concentró núcleos importantes de población. Se beneficia de los efectos climáticos de la Corriente del Golfo, que ayuda a atemperar el clima. Posee además de importantes recursos, un singular patrimonio cultural muestra de los continuos poblamientos humanos que la han habitado a lo largo de la historia. Por todo ello es sede de grandes concentraciones urbanas, muy estables y con un elevado nivel de vida en general. Europa Central: Cuya economía es capitalista desarrollada; esta región es donde se observa la mejor distribución de la población. Noreste de Norteamérica: Entre la costa y la región de los Grandes Lagos. Su economía es capitalista y muy bien desarrollada. Norteamérica es el país más urbanizado del globo terrestre y posee una megalópolis desde Washington hasta Boston y Chicago. Existen en el hemisferio Norte otras zonas muy pobladas, pero no comparables a las descritas; entre ellas podemos mencionar la costa californiana de Estados Unidos, México Distrito Federal, sur de Europa, delta del río Nilo y región del río Níger. En el hemisferio sur existen zonas con concentraciones de población relativamente grandes: región de Sao Paulo en Brasil, región del Río de la Plata en Argentina, suroeste australiano y el Cabo de Buena Esperanza. Así como se han descrito estas zonas de alta densidad de población, también hay zonas de vacíos demográficos, en general vinculados a factores climáticos: los desiertos fríos de ambos hemisferios, los desiertos cálidos y áridos subtropicales, las selvas ecuatoriales y la alta montaña. Como se observa, la relación entre población y superficie existe por la presencia de algunas realidades que mantienen dinámica la fuerza aglomerante de la población y la geografía donde se asienta, entre esos agentes anotamos los siguientes: 1. Patrones-tipo, que inciden en la distribución poblacional de una región o área determinada, en cualquier continente de nuestro planeta. 2. Integración estructural de la población. 3. Las migraciones. 4. Las variaciones en el crecimiento poblacional. 5. Aspectos que presentan el paisaje o región cultural. No todas las regiones del planeta presentan condiciones para ser habitadas (regiones ecúmenes) y para el desarrollo de la vida humana: el clima, la vegetación, la presencia de agua, las condiciones del suelo y otros factores condicionan el desarrollo o disminución del número de habitantes en una región, en un momento dado o la densidad de la población. Por ello se habla de países más poblados que otros: En Venezuela está demostrado que la mayor densidad poblacional está en las zonas del litoral. La razón de esta diferencia poblacional está en las condiciones de habitabilidad que presenta cada región. Igual fenómeno sucede a escala continental y mundial: donde haya mejores condiciones climático-ambientales para el desarrollo de los pueblos y su economía, aumenta la densidad poblacional. 1. Círculo Polar Antártico, por ser una zona muy fría, cercana al polo sur. La Antártida es el cuarto continente más extenso del mundo, aunque como está situado casi en su totalidad dentro del Círculo Polar Antártico no está habitado. Durante el invierno dobla su tamaño por la gran cantidad de hielo marino que se forma en su periferia. Más del 95% de la Antártida está cubierto de hielo, que contiene cerca del 90% de toda el agua dulce del mundo. La Antártida está formada por un gran inlandsis, y sus características físicas responden a los dominados mofoclimáticos de la zona fría. La explotación económica del continente antártico es escasa y se limita a actividades como la pesca y la caza. Existen importantes yacimientos minerales (uranio, oro, carbón, cobre, hidrocarburos) aunque su extracción no resulta muy rentable y, además, hay suscrito un acuerdo internacional de no extracción de minerales de la Antártida durante 50 años (Tratado Antártico, 1959). Es un continente deshabitado, excepto por equipos de científicos y militares de distintos países que reivindican sectores de las tierras antárticas, alegando derechos de cercanía geográfica, de descubrimiento o de ocupación continuada. Es el continente que rodea el Polo Sur. Tiene una forma casi circular y un diámetro de unos 4.500 kilómetros. Es el continente más elevado del mundo (con una media de más de 2.000 metros sobre el nivel del mar) y está prácticamente cubierto por una gruesa capa de hielo de 2 kilómetros y medio de grosor medio, que representa el 80% del agua dulce del planeta. Es completamente inhóspito (con temperaturas la mayor parte del año por debajo de los – 50º C), y el único continente que no tiene una población humana fija, tan sólo unas cuantas bases científicas 2. Amazonas, por ser una región húmeda cercana al Ecuador. 3. Cuenca del Congo, por ser una región húmeda cercana al Ecuador. El Congo es el segundo río más grande del mundo en función de su volumen y contiene la segunda mayor extensión de bosque lluvioso del planeta (18% del total de bosque lluvioso remanente). La Cuenca del Congo representa el 70% de la cobertura vegetal del continente africano y contiene una porción importante de la biodiversidad de África, con más de 600 especies de árboles y 10 mil especies de animales. Seis países, Camerún, la República Centroafricana, la República del Congo, La República Democrática del Congo, Guinea Ecuatorial y Gabón, comparten la cuenca de 1.5 millones de millas cuadradas del Río Congo. 4. Desierto del Sahara, por ser una zona desértica. Los siguientes países se encuentran total o parcialmente cubiertos por el Sahara. Argelia, Chad, Egigto, Libia, Marruecos, Mauritania, Malí, Níger, Sudán, Túnez y República Árabe 5. Desierto del Kalahari (Sur de África), por ser una zona desértica La Patagonia es una región geográfica ubicada en la parte más austral de Sudamérica, abarcando territorios de Chile y Argentina. Es una región con un clima continental frío en algunas zonas, y desértico en otras, con influencia de los cercanos Andes, alejado de las grandes concentraciones urbanas, y actualmente muy despoblado 6. Las selvas son las áreas del planeta que muestran una vegetación más exuberante, precipitaciones copiosas y una extraordinaria biodiversidad. Por sus condiciones climáticas son muy poco aptas para los asentamientos humanos, y por ello se encuentran clasificadas dentro de los vacíos demográficos. 7. Altas montañas A medida que aumenta la altitud, las condiciones climáticas se hacen más duras: disminuye la temperatura ambiental, aumenta la radiación por rayos ultravioleta y disminuye la concentración de oxígeno atmosférico. Además la orografía suele ser muy accidentada. Todo ello dificulta la presencia de poblaciones humanas 8. Regiones Polares Son las regiones que quedan al norte del Círculo Polar Ártico, en el Hemisferio Norte. Presentan un clima con fríos extremos la mayor parte del año, ausencia de verano y escasas precipitaciones. Están cubiertos por la tundra, grandes extensiones desprovistas de árboles, a menudo pantanosas y cubiertas de musgo y líquenes. La mayor parte del año tiene el subsuelo congelado, fenómeno que se conoce como permafrost, lo que impide las tareas agrícolas. Por todo ello esta región del mundo está prácticamente despoblada y pertenece a la categoría de vacíos demográficos 9. Desiertos Son regiones que por su situación geográfica (encontrarse en áreas de altas presiones atmosféricas subtropicales, o muy alejados del mar) reciben muy pocas precipitaciones. Entre los primeros cabe destacarse el Desierto del Sáhara, el Gran Desierto de Arena en Australia y el Kalahari en el sur de África. Un ejemplo de desierto continental alejado del mar es el Desierto de Gobi en Asia Central. Son la región orográfica más extensa del planeta, ya que en conjunto suman un tercio de la superficie emergida terrestre. La densidad de población es muy baja al presentar unas duras condiciones para la vida (sequedad y temperaturas extremas). Geografía Humana y situación en el planeta La situación en el planeta, en relación con el reparto de tierras y mares y con la disposición de las cadenas montañosas, puedes, pues, influir en la evolución de las técnicas hacia una mayor agresividad y merece ser tomada en cuenta, a condición de que no sé conceda a las localizaciones una acción automática, determinante y permanente. Lo que actúa, a través de la configuración de los continentes y las disposición del relieve, son las corrientes de civilización, que se modifican por el desarrollo de la historia. La encrucijada del mundo antiguo Es una encrucijada prodigiosamente articulada y cuyo conjunto está formado por Egipto, El Mar Egeo, Asia Occidental, y el valle del Indo. El Mar Rojo, el Golfo Pérsico, el Mar de Omán, el Mediterráneo Oriental, Los Estrechos y el Mar Negro añaden las facilidades marítimas a las vías terrestres que llegan hasta la ruta de las estepas, de la seda, y hasta la lejana china. Nuestra civilización moderna es producto de diversa civilizaciones superiores que han fermentado desde Egipto hasta la India. Este ímpetu se ha consumido, esta prodigiosa encrucijada, la más Los aislamientos Ha hecho falta llegar a las grandes descubrimientos para que el viejo mundo reciba el maíz, la patata, la batata, la mandioca, el cacahuete, la piña el cacao y el tabaco, y para que el mundo cultive el trigo, el cebada, la avena, la caña de azúcar, los árboles frutales de las zonas templadas, el cafetal, críe el buey, la cabra, el cordero, el cerdo, el caballo, el asno y aprende el uso de la rueda y del hierro. El aislamiento oceánico del continente americano ha sido ha sido responsables de la incomunicación de las plantas cultivadas y de los animales doméstico que han sido enumerados. Los grandes océanos han ejercido, pues, una fuerte acción de aislamiento hasta los descubrimientos marítimos de los siglos XV y XVI. Las extremidades australes de los husos meridianos continentales son extremos del mundo, de clima templado, situados en las peores condiciones para recibir flujos de civilización. Antes de la colonización europea, estos finisterres estaban escasamente habitados y lo estaban por poblaciones provistas de técnicas pocos eficaces: América del sur (patagones, fueguinos), África austral, (hotentotes, bosquimanos), Australia y Tasmania. El África tropical lluviosa cultiva hoy, ante todo plantas americanas: mandioca, maíz, batata y cacahuete. África se ha convertido en la principal productora de mandioca, y sufriría una grave crisis alimenticia si fuera de ella (se tiembla ante la idea de que una epifitia que destruya la mandioca cultivada en África). La altitud y el animal humano La altitud no basta para definir las montañas una llanura puedes encontrarse a gran altura. Los seres humano que viven de manera permanente a gran altura rebelan peculiaridades que son adaptaciones a la rarefacción del oxígeno; tal es el caso de los indios de los alto andes. La Exposición En las montañas templadas del Hemisferio Norte, la vertiente expuesta al sur (solana) es más ventajosa que la expuesta al norte, la vertiente expuesta la solana, más cálida y soleada, está ocupada por casas y campos porque en ella la nieve se funde más rápidamente, lo que favorece la agricultura. Por el contrario la umbría, fría y sombría, ese dominio de prados y bosques. En 1921, en val de conchas (valle superior del Ródano), la solana tenía el 97% de los campos y el 87% de las casas. Sin embargo, en valgaudemar, la aldea de Andreu carece de sol durante 100 días al año, desde el 1 de octubre hasta 10 de febrero: ¿Por qué se ha situado entonces en la umbría? Porque los parajes de la solana no están al abrigo de las avalanchas ni de las “las vas” torrenciales. En una parte de la isla de kíe su (Japón) las casas se sitúan en la vertiente expuesta al norte: la altitud (NON) no proporciona más que una ligera ventaja a la vertiente expuesta al sur, y con esta situación las casas se protegen de los vientos huracanados que soplan sobre todo del sur. En las latitudes intertropicales, la exposición no tiene ninguna significación ya que el sol pasa por el zenit dos veces al año. Y y en las altas latitudes, la exposición pierde toda su importancia ya que, durante un periodo apreciable, el sol no aparece o aparece poco, y la difusa radiación del cielo no favorece más a la solana que a la umbría; por otra parte, cuando es visible, el sol pasa por el norte al salir y al ponerse, lo que priva de su ventaja a la solana. La exposición en la montaña ofrece un encantador tema de estudio y una ocasión, digna de ser diligentemente aprovechada, de demostrar una clara influencia de las condiciones físicas sobre ciertos rasgos de la geografía humana. Pero se trata de un tema menor, al margen de los problemas dominantes de la geografía. La Geografía Humana y los suelos El agricultor que aprecia los suelos de buena calidad “tiene en cuenta” su valor. Pero, nada medir las relaciones entre geografía humana y suelos, es necesario no aprender de vista que las técnicas son dominantes: el cultivador ha buscado los suelos que convenían a su técnica; creer en relaciones simples y directas entre la calidad “objetiva” de los suelo y la geografía humana, es condenarse a no comprender los paisajes, el reparto de la densidad de población, ni los niveles de civilización. La ausencia de suelo, el afloramiento de la roca desnuda, suprime la posibilidad de practicar la agricultura y la ganadería. Fuera de la superficie por encima de las nieves perpetuas y las de la demanda desértica, en países lluviosos, templados o tropicales, existen extensiones sin suelo, pero son ínfimas. Clara expresión de este fenómeno es la región de Ké Bang, en los confines de los Laos y Vietnam, donde 8,000Km2. En relación a las colinas que tienen el aspecto de cráteres, dada la verticalidad de sus pendientes, la explotación es imposible y las comunicaciones muy difíciles. Sin embargo, la ausencia del suelo no supone, si el clima no es hostil, que la agricultura sea imposible, técnica insistente e ingeniosas pueden crear una tierra productiva sobre una roca desnuda. Así se puede ver al campesino dogon (Mali) construir pequeños amontando tierra traída de afuera, en el interior de un anillo de piedras levantando sobre la superficie estéril de arenisca; o a él polinesio practicar un cultivo en masetas sobre una arrefice, colmando con tierra que coge de otro lugar (a veces sacada de otra isla y transportada en barco) Las cavidades del coral. En las Bahamas, unos trituradores reducen a grava las lapiaces inutilizables de las mesetas coralinas; mezclando esta gavilla con la arcilla que ocultaban las ranuras de lapiaz, las máquinas fabrican una tierra muy conveniente paras las plantaciones de caña de azúcar o de piña. Por otra parte, una superficie estéril no tiene por qué ser inútil; en medio de una extensión cultivada, afloramientos rocosos o mesas denudadas se pueden reservar para establecer en ellos las casas, los pueblos o las ciudades. En este caso, la superficie estéril tiene el mismo valor humano que una superficie muy estéril. En definitiva, los inselbergs pueden, por el arroyamiento que favorecer humidificar las tierras que denominan. Fertilidad y técnicas agrícolas: Suelos tropicales Muchos suelos tropicales son pobres, sea por razones de estructuras físicas, sea por razones de deficiencia química, sea por los dos a la vez. En la superficie de erosión antigua, labrada a expensas de los escudos precámbricos tropicales, los suelos están agotados por una larga exposición a los agentes de descomposición. Las arcillas tropicales son de mala calidad, son caolinitas: las caolinitas tienen menos poder de retención respectos al agua y a los productos fertilizantes .Ellas mismas se descomponen perdiendo su sílice y dan lugar a hidróxidos de hierro y de aluminio que son estéril y puedan evolucionar hacia corazas lateríticas. Por otra parte, el clima tropical, la estación seca tiene lamentables consecuencias para los suelos, que pierdan, por oxidación, su materia orgánica .Las termitas devoran los productos vegetables y limitan la producción de humus. Y los calientes chaparrones de verano lavan los suelos de sus elementos minerales fértiles. Y no hay que creer que las pecularidades de los suelos tropicales hayan obligados a los agricultores a practicar una agricultura de rozas. Esta técnica extensiva tiene sin duda la ventaja de enriquecer temporalmente la parcela cultivada; pero no es la única técnica posible .La roza pertenece a un cierto nivel de civilización; no resulta de coacción del medio. En suelos muy mediocres de la cuenca amazónica, cultivadores japoneses recogen buenas cosechas de pimientas gracias a unos métodos agronómicos avanzados (entre ellos un abundante abono) y a una excelente organización financiera y comercial que permita una venta remuneradora de la pimienta En los mismos suelos, los caboclos brasileños practican la roza más rudimentarias. Los chinos que, cultivan pimenteros en la región de Kampot (Camboya), fabrican un suelo artificial para obtener éxito en sus cultivos; utilizan técnicas empíricas pero sabias y cuidadosas, y una buena organización comercial. Los “refugiados “africanos de diversos macizos montañosos (Kabré en Togo; montes de Mandara en Camerún) practican una agricultura intensiva, pero de pura subsistencia, sobre suelos muy pobres; y los habitantes de la isla de Ukara (Tanzania) crían bueyes especialmente para obtener el estiércol con el que fertilizar sus campos, cuyo suelo es, estado natural , muy pobre: agricultura de subsistencia , refugio en una isla y carencia de comercio ; antes de la intrusión europea no había ninguna organización de estado; los habitantes de Ukara Vivian en un mundo cerrado . Estos ejemplos hacen resaltar la variedad de las condiciones de civilización que han hecho nacer agricultoras intensivas en suelos tropicales de pobre calidad. Es aventurado escribir que los suelos de la Amazonia eran demasiado pobres para como sostener una civilización “superior”; que como solamente habrían una agricultura de rozas, no habrían ofrecidos la posibilidad de que se constituyera una sociedad diferenciada, apoyada en una producción abundante de víveres 3. Es más realista,--y científico---pensar que es la ausencia de técnicas agrícolas y de técnicas de encuadramiento adecuadas lo que no ha permitido establecer en Amazonia una agricultura permanente y abundantemente productiva. Pero si una civilización superior se hubiera desarrollado en Amazonia no se podría dejar de decir que había sido favorecida por la inmensa extensión de tierras cultivables, por la abundancia y la regularidad de las lluvias y por la admirable red navegable, única en el mundo. Geografía Humana y climas El hombre, animal de sangre caliente, está capacitado para vivir bajo todos los climas; la única prohibición que conoce es la rarefacción del oxígeno a gran altura. El centro habitado de manera permanente más alto del mundo es quizá un campo minero peruano situado a 5.250 m. los hombres viven allí sin inconvenientes aparentes. Pero han rehusado establecerse en un nuevo campo instalado para ellos a 5.500m.; por este rechazo, tienen que efectuar diariamente una ascensión de 450 m. En todo caso, como la superficie terrestre excluida de actividad humana por la imposibilidad de respirar, estas observaciones climáticas pueden incapacitar al hombre para producir su subsistencia. La vestimenta El hombre tiene necesidad de vestirse para protegerse del frio. Necesidad tanto más apremiante cuanto más riguroso sea este. Según esto, el hombre vivirá desnudo en un clima cálido; y si tiene vestidos, éstos serán de telas ligeras, algodón o rafia por el contrario, en un clima frío, usará pieles y tejidos de lana. De ahí, en clima cálido, el cultivo de algodón y la recolección de fibras de rafia, y en clima frío la caza de los animales con piel y la cría de ovejas para lana. Hay muchas acepciones a este esquema que lo hacen poco satisfactorio. En los países tropicales, el islam y el cristianismo visten a los que convierten. Por otra parte, en el marco, provisionalmente admitido, de la necesidad de vestirse, son posible muchas técnicas: vestidos de una sola pieza, vestidos cortados y cosidos sin duda, el animal humano en poco piloso, ni de los humanos mejor provistos se puede decir que sus pelos les protejan contra el frio. Medidas de la acción directa del clima sobre el organismo humano La flexibilidad del organismo humano y la de las técnicas relativizan las tentativas hechas para medir de manera precisa la acción del clima sobre la geografía humana. Escaso número de hombres Bajo el clima polar la temperatura no es lo suficientemente elevada, sea cual sea la estación para que maduren las cosechas: el mes más cálido tiene una media inferior a+ 10ºCº. El invierno es largo y riguroso la noche polar agrava las condiciones invernales. Entre 1861y 1891 la vida era ruda en Groenlandia meridional: de cada cien muertes, diez eran muertes violentas (accidentes de kayak sobre todo). La más sorprendente de las relaciones entre condiciones físicas y Geografía Humana es aquí el escaso número de hombres. El ártico esta desigualmente poblado no solo por conformarse a potenciales diferentes del poblamiento (potenciales tal como los encaran las civilizaciones locales), sino también por otras razones (historia despoblamiento, oportunidades históricas). Variedad de técnicas En un marco general de frío riguroso y de agricultura imposible (excepto en invernadero calentado) las técnicas de subsistencias y organización son variados, lo que pone en duda la simplicidad del imperio de las condiciones naturales. En lo que se refiere a las técnicas de producción, hay que distinguir entre los que viven exclusivamente de la recolección (pesca, caza, recogida de bayas) y los que practican también la cría del reno con un fin alimentico. La cría del reno es una elección de civilización que no ha sido impuesta ni prohibida por el medio natural. Algunos pueblos polares tienen técnicas de producción particularmente rudimentaria que las de sus vecinos, entre los esquimales de Groenlandia y de América del norte han reinado dos reinos de civilizaciones: una llamada Dorset, con técnicas menos variadas y menos perfeccionadas (ni kayak, ni arco) y otra (thule), con técnicas del medio físico o el efecto de cambios de clima. Los esquimales El cambio de sistema de agrupamiento era por según la estación. En invierno los esquimales pertenecientes a un grupo de ascendientes comunes vivían en una casa a veces medio excavada en un acantilado. Y cuando el terreno no se prestaba a tal instalación, construían casas de nieve cada familia pequeña tenía su emplazamiento en un recodo del espacio habitado, pero la vida era comunitaria, llegando hasta la promiscuidad sexual. El abastecimiento estaba asegurado fundamentalmente por la caza de focas, que mataban cuando salían a respirar por los agujeros que practicaban en el hielo. En verano los esquimales se separaban en pequeñas familias. Cada familia disponía de una tienda de pieles (renos o foca) sostenida por pértigas y sujeta a tierra con piedras. El abastecimiento estaba asegurado por la caza terrestre (caribú, buey, almizclero). Aunque los esquimales fuesen los mejores especialista del clima polar, y muy capaces de prohibición (lo demostraban por el cuidado que ponían en preparar sus vestidos de invierno con piel de reno), mostraban una cierta indiferencia alimenticia. Sabían preparar prohibiciones de carne y de pescado secos, y disimularlas en escondrijos que no se deshelaban; pero sus prohibiciones eran escasas; el hambre les agobiaba a veces, y los casos de antropofagia no eran excepcionales en invierno (las mujeres eran comidas en primer lugar). Los vikingos de Groenlandia Una cautivante experiencia geográfica se dio en Groenlandia: la colonización vikinga que, emprendía en el siglo X, termino a principio del siglo XVI. Colonos irlandeses crearon granjas ganaderas (las ruinas de los establos muestran que los efectivos de vacas lecheras no eran despreciables) y también criaron ovejas. En las tierras situadas en el fondo de los fiordos sometidas a golpes de foehn que aumentaban la temperatura, ha habido incluso campos de cebada. Sin duda, estos colonos normandos practicaban tambien la pesca y la caza. Eran buenos navegando descubrieron con certeza terranova, donde anse-aux meadows conserva las huellas arqueológicas de su estancia. Y sería sorprendente que no hubieran descubierto el continente americano. Su decadencia comenzó en el siglo XV y su muerte se produjo a principios del siglo XVI. Como causa se apuntado: en primer lugar, empeoramiento del clima, o, por lo menos una serie de años malos que arruinaron los pastos; pero no es cierto que el endurecimiento del clima (o penosas variaciones temporales de este) sea suficiente para explicar la desaparición de la colonización normanda que, en cuatro siglos, había debido sufrir otros contratiempos. Modernismo polar La población esquimal de Groenlandia (muy mestizada) está en plena renovación demográfica y económica. El groelandés es un industrial competente y emprendedor de la pesca del bacalao. La cría de corderos (alimentados en parte con pescado) mantiene una exportación. Los groelandeses se alimentan en gran parte con productos que compran en las tiendas de comestibles. Pero los cambios climáticos (mucho más activos en condiciones marginales) pueden reducir la abundancia de los bacalaos y comprometer la cría de carneros. Los esquimales tienen ocasión de mostrarnos que, bajo un clima polar, un cambio de civilización puede llevar consigo grandes progresos. Pero los esquimales de Groenlandia han tenido suerte, se han beneficiado de una administración danesa competente y entregada, y han sacado partido de una situación geográfica más favorable en cuanto que es menos aislado que la de las costeras del mar baffin o del Océano Ártico. Una actividad minera o portuaria puede dar lugar al nacimiento de una ciudad en un medio polar. Este enclave de civilización moderna de país templado, con los anexos inevitables que lleva consigo (carreteras, ferrocarril, distribución de agua), plantea curiosos problemas. Geografía Humana: y climas templados Los climas templados tienen un invierno lo bastante acusado para que se detenga la actividad vegetativa, una estación cálida lo bastante larga e intensa como para que las plantas templadas sean provechosamente cultivadas, y precipitaciones suficientes como para que el riesgo no sea indispensable, aunque pueda ser útil. La tendencia natural del geógrafo que pertenece a un país templado es considerar este clima como el más favorable para la actividad física, psíquica y económica. Es una actitud subjetiva. Sin duda, ya nadie sostiene del clima templado mediterráneo ha dado lugar al Milagro griego en función de una vivacidad intelectual en correspondencia con la limpieza de la atmosfera. A principio del siglo XIX la mayor parte del mundo templado estaba escasamente habitada, y lo estaba por pueblos dotados de civilizaciones poco eficaces. Esto no da una idea de las virtudes creadoras de los climas templados. Y, por otra parte. Mueve a pensar que el nacimiento de civilizaciones superiores templadas solo en ciertas partes del Viejo Mundo realza el concurso notable de circunstancias históricas, y no un determinismo climático. Geografía Humana y desiertos cálidos En los desiertos cálidos, la actividad humana está limitada por la falta de agua y no por la temperatura. La temperatura es lo ya bastante elevada ya durante todo el año, ya que una parte de este, como para que la agricultura de regadío sea posible. El Sahara por su clima y por su extensión, es el ejemplo más paradigmático de estos desiertos. La geografía general consiste aquí en comprar situaciones humanas diferentes no e intentar definir comportamientos humanos idénticos a través de los desiertos del mundo. El Sahara (y arabia), Australia, el Kalahari y los desiertos de américa del norte tienen geografías humanas distintas donde las originalidades locales sobrepasan a los rasgos comunes. Arabia y Sahara En el Sahara y en Arabia se practican todas las técnicas tradicionales de producción. Algunos habitantes viven puramente de la recolección Mauritania Oriental, exclusivamente recolectores y cazadores, que no crían animales de carga ni ganado lechero y, cuando se desplazan, llevan a los niños sobre sus hombros. La ganadería nómada, tal como funcionaba a mitad del siglo XIX, planteaba serios problemas. En primer lugar hay que rechazar la idea de que el desierto produce ganadería nómada como el manzano produce manzanas. De hecho la ganadería nómada ha existido también bajo climas no desiertos. Por ejemplos, bajo la forma de una imitación de las oscilaciones de los rebaños de herbívoros salvajes entre las estepas (no desérticas, pero que carecían de praderas en verano) y las montañas, invitilizables en invierno pero accesibles y ricas en pastos en verano. La ganadería práctica en los desiertos es quizás una técnica importada de regiones no desérticas. Sin duda el animal característico de los de los desiertos arábigos-saharianos, el dromedario, está particularmente bien adaptado a las condiciones desérticos. Pero se ha podido practicar en los desiertos arábigos-saharianos esta diversidad estaba fundado en la diversidad de las técnicas de encuadramiento. Los nómadas que habían sabido crear potentes organizaciones eran dueños de grandes recorridos que les aseguraban en todas las estaciones pastos (tal y como los veían estos nómadas) y agua; controlaban oasis (cuyos habitantes eran nómadas eran caravaneros que organizaban los transportes transdeserticos y cobraban peajes. En el mundo más bajo dela escala de las técnicas nómadas están los pequeños grupos del Ruby al Jali (arabia), donde la pobreza de recursos les protege contra sus enemigos; estos nómadas del Ruby al Jali eran, en efecto, fugitivos que habían perdido el control de sus terrenos de recorrido. Los kababish (Sudan-Jartum) y los requibat (Sahara occidental) se sitúan en un nivel medio de la organización nómada: se trata de grupos potentes t respetados pero que no controlan ni oasis ni ciudades. Australia El desierto australiano es menos extenso y menos árido que el Sahara. A pesar de estas condiciones más suaves, el desierto australiano esta menos poblado, la palabra desierto exige además en este caso algunas reservas; se llama corrientemente desierto en Australia a los territorios que en el norte del sudan tendrían una población de campesinos cultivadores de sorgo. Localidades africanas como tahona. El fasher y el Obeid, con sus franjas de campo de mijo y algodón, y que. Sin embargo, apenas reciben 300 mm de lluvia por año, no pueden existir en el marco de la civilización australiana. Pierre Gauron Geografía Humana y montañas Hay numerosos tipos de montañas, y en cada uno de ellos los montañeses, conservan su personalidad, influencia de latitud. En las regiones templadas, la montaña es del dominio frio y nevoso. En la zona intertropical, la montaña continua siendo cálida hasta los 1.500m. por encima de esta altura tenemos en primer lugar, tierra templada, y después tierra fría. Constituye una medida para estudiar los efectos sobre el paisaje humano del contacto de diversas civilizaciones con ciertos rasgos físicos de tal manera que no con la montaña. Hay limitaciones impuestas por la montaña, pero no una fatalidad física de la montaña. El primer efecto de la montaña: es reducir el espacio utilizable por el hombre a causa de las pendientes demasiado fuertes, afloramiento de rocas desnudas, taludes de derrubios, conos torrenciales activos, hielos y neveros. A pesar de la dificultad de definir criterios indiscutibles, clasificar las montañas según el porcentaje de superficies inutilizables, hay que considerar que el éxito de los deportes de invierno puede dar una utilidad a superficies anteriormente sin valor. Cabe preguntarse si se da una disminución sistemática de la densidad de la población en las montañas. Sin olvidar que hay montañas más pobladas que las tierras bajas que las rodean: montañas abisinias, kabylia, losotho, Rwanda, Burundi, montes del Mandara (Camerún), Yemen, Líbano; cada uno de los casos se explica por razones climáticas (lluvias más abundantes en las montañas), en salubridad desaparición en altitud de ciertas enfermedades de las tierras bajas, como el paludismo. Las montañas, por la disminución térmica en función de la altura limitan las actividades agrícolas y pastoriles. La latitud tiene una gran influencia. En una montaña tropical como el macizo abisinio, y particularmente en el Semyen, los campos más elevados alcanzan los 4.000 m. Y en las montañas subtropicales que se levantan entre la India y China, el arroz alcanza los 2.300m. En Baltistan, el mijo2.860m. (Ba Tang), el trigo crece hasta los 3.600m la cebada maduraría (pero no todos los años) a 4.000m y las patatas (cuya introducción reciente ha supuesto un gran beneficio para las poblaciones de gran altura) sobrepasarían a un este nivel. Los cultivadores de alta montañas han podido ser inducidos a establecer ritmos agrícolas muy lentos a causa de la brevedad del periodo vegetativo. Hacia los 2.200m se han observado, en Haute-Maurrienne, campos de centeno sembrados en septiembre y cosechados en septiembre del año siguiente, es decir después de 12 meses. En climas templados oceánico, los límites para la agricultura se rebajan en extremo a causa del frescor del verano; en Inglaterra septentrional el periodo vegetativo disminuye 10 días por cada 78m mientras que entre Bruselas y la Barraque Michel (siendo el clima de esta última estación un poco menos oceánico), la misma disminución se efectúa cada 100m de desnivelación. Tanto por su clima, como por su relieve, las montañas son evidentemente menos propias para la agricultura que las llanuras. La altitud no basta para definir la montaña: una llanura puede encontrarse a gran altura. Los habitantes de las llanuras de Yunnanfou, los de Tali, los pesigan de Nueva Guinea y los habitantes del altiplano mejicano no son montañeses a pesar de la altitud de su hábitat. Los seres humanos que viven de manera permanente a gran altura revelan peculiaridades que son adaptaciones a la rarefacción del oxígeno; tal es el caso de los Indios de los altos de los Andes y el de los Sherpa de alto Nepal en los que se observa mayor capacidad torácica pulmonar, dilatación de los capilares pulmonares, ensanchamiento del corazón, que late más lentamente que a nivel del mar (cuando por el contrario, habitualmente se observa un ritmo más rápido del corazón con la altura), mayor número de Hematíes, mayor abundancia de hemoglobina, una hemoglobina más rápida en llevar el oxígeno a los tejidos. Estas particularidades, afectan a una decena de millones de personas que viven por encima de los 3.500m. Se trata de montañas sin cultivadores: no por culpa de las montañas si no por la de los hombres. Algunas montañas como en la mayor parte de América del norte, nunca han tenido campesinos y ni siquiera montañas. Tampoco el Tian Chan Chino contaba con montañas; sus pastos eran explotados en verano por los Nómadas Kirghizque huían de las secas lluvias. Geografía Humana y bosques: Paisajes Forestales En las regiones adecuadamente lluviosas, si el hombre no existiera, el bosque constituiría, en la mayoría de los casos, el paisaje natural por lo esencial de la superficie mundial dotada de climas forestales donde los mismos países mediterráneos estarían cubiertos de bosques donde existen algunos enigmas, donde presentan una pequeña parte de la superficie del planeta provista de un clima forestal. En el centro de la pampa argentina y las praderas del oeste de los estados unidos, donde los árboles que se plantan allí cresen muy bien, pero este paisaje carecía de ellos cuando llegaron los europeos. Donde igualmente es un clima lluvioso en algunas sabanas tropicales son más antiguas que los bosques. Donde aún hoy, el bosque contribuye en una porción considerable de Francia, a formar los países; el 19% de la superficie francesa está ocupada por bosques. Donde en un país del viejo poblamiento como Francia, el bosque debe a la intervención humana una parte importante de sus aspectos. El bosque es un obstáculo solamente en la medida en que es respetada per el hombre. Y este, respetando el bosque, crea el obstáculo que le frena. El problema de la geografía humana, es el precisar de los comportamientos, de las civilizaciones respecto a los bosques. Hay muchos comportamientos más con respecto a los bosques natural utilización del bosque en una rotación de roza, y la trasformación del bosque por la intervención humana, silvicultura, o destrucción completa del bosque por países rurales o urbanos. Los bosques vírgenes El respeto total o casi total del bosque natural se observa En regiones poco poblada y cuya población se encuentra en el estadio de la recolección donde se encuentran en algunas partes de los bosques de áfrica ecuatorial se trata de un bosque natural que no ha sido modificada por el hombre o al menos muy poco los pigmeos que lo recorren cada horda pigmea es un territorio bien conocido por ella y por sus vecinos que son verdaderos recolectores. Los pigmeos no ocultan que prefieren el bosque secundario, porque es más rico en fruto que los bosques primario. Esta población amerindia y preeuropea estaba establecida sobre todo en los ríos donde roturaba y sacaba partido de la pesca(tortugas) que es dotada de encuadramiento poco eficaces esta población proliferada había respetado los macizos forestales situado entre los ríos. Aquí el bosque virgen subsiste aun, no por su hostilidad al hombre sino porque ha sido débilmente atacado. El gran bosque ártico ha sido terriblemente destruido en las zonas que se encontraban cerca de los núcleos de colonización y consumo, ejm, los confines de las zonas pobladas de la provincia de Quebec. Los bosques roturados El bosque puede ser utilizado por el hombre en una rotación de tierras rosadas si el ritmo de esta rotación no es demasiado precipitado, el bosque subsiste, pero naturalmente, como bosque formado. Las rotaciones por rosas son mucho más cortas. En la sabana tropical. Este paisaje, es apariencia natural, a menudo más el resultado de intervenciones humana que un clímax. Donde serían muy raras las sabanas que no se transformaran en paisajes forestales. Bosques pirófilos Los bosque piro filos pueden establecerse por medio de la intervención humana el bosque de pino del sureste de los estados unidos que bordea el golfo de Méjico, que plantea problemas. Estos pinos cresen gracias al fuego; donde los fuegos normales no matan a este pino mientras que impiden el establecimiento de frondosas que de no haber fuegos, eliminarían a los pinos. Los bosques de pinos de media altitud de américa central deben probablemente a la intervención del fuego su triunfo sobre los arboles caducifolios más apropiado Los acontecimientos del sur de Madagascar y de los márgenes subaridos de Australia constituyen un ejemplo muy subjetivo de los inmensos efectos de las intervenciones humanas sobre la vegetación natural. Donde en estos países, la vegetación xerófila natural había sido eliminada, en las depresiones menos áridas por la introducción de (en el siglo XVIII en Madagascar y en el siglo XIX en Australia), de la chumbera opuntia. Geografía y alimentación La necesidad de alimentarse es una necesidad física como la de respirar, un africano adulto de 55 kg. Consume durmiendo 63 calorías por hora; transporta 20kg. Durante una hora exige 213 calorías, cortar hierva 269, cavar 274, serrar 260, roturar 372, cortar un árbol 504, andar184, todo ello a la hora. Hay que comer para vivir; la alimentación es evidentemente una necesidad absoluta. La alimentación exige fisiología abre pues a lis factores de civilización un inmenso campo de acción. Alimentación y climas Una Geografía de la Alimentación debe presentarse si los climas no imponen prácticas alimenticias especiales. Se piensa que el frio exigiría una alimentación más abundante por que produce una mayor pérdida de calorías, sin embargo, las comprobaciones experimentales no son muy afirmativas y no hay prueba de que las pruebas de que la grasas proporcionen una ventajas en la lucha contra el frio, una vez de que esté satisfecha la necesidad de calorías. Una idea extendida es que los climas cálidos fuerzan al consumo de alimentos condimentados con especias, para suscitar el apetito, se dice pero si el apetito no les falta a los habitantes de los países cálidos. El viejo mundo templado no tenía verdaderas especias en su flora. Sin embargo en china en el Norte y no en el Sur el que huele a ajo; las especias eran tropicales, en Asia meridional: pimienta, y cúrcuma y canela, en América tropical y pimienta. Es prudente pensar que el hombre no está obligada a adoptar determinad alimentos bajo el imperio de un climas. Variedad de la cocción y de la preparación de los alimentos Variedad en la cocción de platos: en crudo, a la parrilla, asados, frituras, cocido cocidos al horno, guisados y a la base. No hay que las civilizaciones menos eficacias sean las menos exigentes: los lelé de Kasai (Congo-Kinshasa) que tienen solamente una mediocre organización en aldeas, tienen honor a los alimentos crudos, que les parecen alimentos de salvajes. Es significativo el comportamiento de una joven canaca que rechazaba casarse con un hombre perteneciente a un grupo que solamente sabía tostar y asar, mientras que el grupo de la joven sabia también cocer; tenía la certidumbre de decaer si entraba en un grupo con técnica más pobre que la suya, donde ella estaría obligada a aplicar estas técnicas. Los hombres engullen los hidratos de carbonos que les aportan la mayor parte de y sus calorías, en forma de papillas, pastas y galletas, pan las papas ofrecen una gran ventaja sobre las papillas. Durante mucho tiempo de consumo de pastas se a refringidos a especias muy localizado en Italia y china, el pan parece ofrecer grandes ventajas (descuidadas por los países de alimentación platónicas) éstas contiene menos aguas que las papilla pues esta es más nutritivas con menos agua y volumen, está pre digerido por la fermentación y por tanto es de digestión más fácil y de conservación más larga. De esta forma parece dibujarse una atractiva oposición, fundada en condiciones naturales, el mundo templado, mundo del trigo, del centeno y del pan y el mundo tropical, mundo de las papillas (mijo, arroz, mandioca, ñame). Desgraciadamente, una gran parte del mundo templado es fiel a las papillas, la China del Norte come su trigo en forma de papillas y de pasta y de pasta. Variedad en la cocción de platos: en crudo, a la parrilla, asados, frituras, cocido cocidos al horno, guisados y a la base. No hay que las civilizaciones menos eficacias sean las menos exigentes: los lelé de Kasai (Congo-Kinshasa) que tienen solamente una mediocre organización en aldeas, tienen honor a los alimentos crudos, que les parecen alimentos de salvajes. Es significativo el comportamiento de una joven canaca que rechazaba casarse con un hombre perteneciente a un grupo que solamente sabía tostar y asar, mientras que el grupo de la joven sabia también cocer; tenía la certidumbre de decaer si entraba en un grupo con técnica más pobre que la suya, donde ella estaría obligada a aplicar estas técnicas. Los hombres engullen los hidratos de carbonos que les aportan la mayor parte de y sus calorías, en forma de papillas, pastas y galletas, pan las papas ofrecen una gran ventaja sobre las papillas. Durante mucho tiempo de consumo de pastas se a refringidos a especias muy localizado en Italia y china, el pan parece ofrecer grandes ventajas (descuidadas por los países de alimentación platónicas) éstas contiene menos aguas que las papilla pues esta es más nutritivas con menos agua y volumen, está pre digerido por la fermentación y por tanto es de digestión más fácil y de conservación más larga. De esta forma parece dibujarse una atractiva oposición, fundada en condiciones naturales, el mundo templado, mundo del trigo, del centeno y del pan y el mundo tropical, mundo de las papillas (mijo, arroz, mandioca, ñame). Desgraciadamente, una gran parte del mundo templado es fiel a las papillas, la China del Norte come su trigo en forma de papillas y de pasta y de pasta. Las tradiciones alimenticias Hay más diferencias entre la alimentación de los franceses y de los suecos que entre la de los ingleses y de los australianos de origen europeos, lo que se explica por rasgos de civilización Un buen ejemplo de lo arbitrario de las civilizaciones es materia de alimentación es el consumo de las setas. Para los pueblos recolectores, las setas representan habitualmente un alimento muy apreciado. Los primeros buscan activamente las setas y son muy aficionados a comerlas; los otros las ignoran y no sienten hacia ellas más que desagrado. Esta diferencia existe ya entre el sur y el norte de Francia. Durante la guerra del 14 al 18 era posible ver soldados que en un descanso buscaban setas para mejorar su rancho. Se hizo una comprobación, y resulto que los buscadores de setas eran habitualmente originarios del sur de Francia. En los confines de India y del Pakistán occidental, en las llanuras contiguas del Indo y del Jamuna, se constata con sorpresa el apego de los habitantes a los alimentos que son producidos en cultivos de invierno, trigo y garbanzos. Por el contrario la estación de las lluvias principales, el verán, constituía una estación agrícola muerta, dejándose casi todos los campos en barbecho. Las redes de regadío y los pozos canalizados han cambiado la situación. La resolución tradicional era sorprendente porque consistía en no cultivar en estación de lluvias. Nítido rasgo de civilización: los arios, los persas y sus continuadores eran consumidores de trigo y al llegar a este país de lluvias estivales, han mantenido sus preferencias mediterráneas. El marcado gusto de los japoneses por el arroz sobre todo por el nipón, y la preocupación que las autoridades han mostrado, hasta 1968 por asegurar con la producción nacional el abastecimiento del país, explican la extensión del cultivo de arroz de Hokkaido. En las regiones de Hokkaido que han desarrollado fuertemente el cultivo de arroz, la duración de la estación agrícola es solamente de 138 días (asahikawa), frente a 220 en Tokio; en el norte, hacia Abashiri, el arroz crece ya, en la proximidad del mar de Ojotsk, cuando todavía la banquisa no está enteramente fundida. En efecto, el consumo de arroz no crece tan de prisa como la población; vender el arroz se convierte en un problema; y para aligerar el peso financiero de las subvenciones al cultivo del arroz, el gobierno japonés ha publicado una decisión según la cual las superficies arrocicolas debían ser, en 1977, inferiores en un tercio de lo que eran en 1970. La alimentación vegetariana Una alimentación vegetariana es posible y sana: la secta inglesa de los vegans no consume ni carnes, ni pescados, ni leche, ni huevos, ni miel. Una dieta vegetariana, que solicita el máximo de calorías a los cereales y a los tubérculos, y el mínimo a las frutas, legumbres y hortalizas aceites y grasas puras, es particularmente poco costosa. Por ejemplo, como la carne es cara, su transformación en equivalente-trigo permitirá obtener mucho trigo (por tanto muchas calorías). Con esta equivalencia, el mínimo consumo alimenticio exigido por la supervivencia, en el caso de poblaciones de poco peso, es de 230kg. La alimentación anual de un americano cuesta 6,5 veces más que la alimentación de un indio. Con la misma suma se puede alimentar un americano y 6,5 indios. Con igual rendimiento agrícola, una superficie cultivada puede alimentar 6,5 veces más indios que americanos. Las muchedumbres del Asia monzónica, sin ser estrictamente vegetarianas, consumen muy pocos alimentos de origen animal. La elección de un sistema alimenticio es una elección de civilización; no está dictada por imperativos físicos; y, en el origen, no está impuesta por la presión demográfica; pero muy fuerte, la adopción de un sistema alimenticio no vegetariano se hace difícil. Alcoholes, excitantes y estupefacientes La manifestación más evidente del papel soberano de las civilizaciones en el dominio de la alimentación radica en el consumo de productos no solamente inútiles sino también perjudiciales. Los viñedos para vino; las superficies dedicadas al cultivo de cereales destinados a la producción de cerveza; manzanales para la fabricación de sidra; plátanos y mandioca para cerveza, patatas y caña de azúcar para alcohol; las superficies por cafetales, cacaotales, arbustos del té, arboles de mate, cola, matas de coca. Las geografía y el mar las relaciones de las Geografía Humana y el mar se podrían estudiar baja las rubrica del mar nutritivo ´´pesca algas ‘del mar comerciante ‘puerto, marino y flotas ‘o del mar repulsivo. Pero se trataría de un presentación pedagógica, no científica, el mar es fuente de alimentos comerciante o repulsivo en las medida en las civilizaciones locales reconozca tales caracteres durante mucho tiempo los bueno puerto naturales de las ``costa de guineas ‘Gambia, camanance, guineas portuguesas, guinea `` y sierra leona no han dado lugar a ninguna actividad marítima notables por faltas de las civilización marítima local. Por el contrario, los puertos de áfrica oriental han cobrado vida desde muy pronto gracias a la navegante árabe. Hasta hace poco se vendía en los mercado de las costa guaneado pescado desecado procedente pecado del mirlas costa de Córcega han adquirido un carácter repulsivo alas largo de las edad media ,los obispado corsos todo litorales final del imperio romanos retira de interior, por ejemplo, cerviones reemplazo a marina tan solo Ajaccio ha escapado a esta reglas. Las razones de esto desplazamiento hay que buscarla en los pillajes de los pirata, que produjeron el abandonó e las costa y en paludismo, que se desarrollas en las marítima litorales surgida del abandono pero las razzia cesaron en el siglo xvii .a partir entonces las no reocupación de las costa han sido ocupado por genoveses, incapaz de salir de ellos para ocupar verdaderamente el conjunto de las isla. La costa hospitalaria de Córcega no explica nada su geografía humana. RELIGIONES Y GEOGRAFÍA Dos musulmanes viajan juntos: adelgazan¿ un musulmán viaja solo: engorda. Proverbio Chino (?) Las religiones, técnicas de encuadramiento, demuestran con evidencia que los factores de civilización imperan en los paisajes humanos. La variedad e importancia de las influencias que las religiones ejercen en la geografía exigirá un libro muy extenso. Religiones y técnicas de producción Prohibiciones alimenticias Las religiones influyen en las técnicas de producción principalmente a través de las prohibiciones alimenticias; imaginaciones humanas, pero que actúan en los paisajes. Aquí aparecen con una gran clarididad los papeles respectivos de la civilización y de la geografía humana; no seria asi si las prohibiciones alimenticias fueran consideradas como impuestas por las condiciones físicas, y aunque la tendencia de nuestra mente sea la de ver las cosas de este modo, el estudio comparativo resalta la arbitrariedad de las prohibiciones alimenticias. arbitrariedad subrayada cuando la prohibición se dirige exclusivamente a las mujeres, como ocurre con los tallense (Ghana) entre los que el pollo o el perro están prohibidos solamente a las mujeres. Fuera de la producción de ciertos alimentos, las técnicas de la materia están escasamente influidas por las religiones, aunque existen casos como el trabajo de la forja en África negra, que estaba reservado a una casta de carácter indiscutiblemente religioso. Las castas de la India se podrían ver bajo esté ángulo, pero ante todo deben ser consideradas como una técnica socio-política de encuadramiento. Para un estudio correcto de las prohibiciones alimenticias, tendremos que interrogarnos sobre nuestros propios usos alimenticios: ¿No están sometidos a perjuicios? Toda repugnancia colectiva hacia ciertos alimentos es un perjuicio, muy cercano a una prohibición. Sin duda, vemos claramente la prohibición religiosa en la conducta de un Ghandi: educado en el horror a la carne, un día pensó que una alimentación cárnica le daría vigor y audacia, y que, si sus compatriotas lo imitaran, serian capaces de expulsar a los ingleses. Intento comer cabra, sin conseguir más que un bocado, y una pesadilla altero su sueño: una cabra viva se agitaba en el él; se despertó temblando de remordimiento y no llevo más lejos su experiencia carnívora. Igualmente vemos con claridad que es por principio religioso por lo que un Jaíni Ortodoxo cuando anda barre el suelo ante sí, para alejar a los animales que podría pisar; se tapa la boca con un velo para no tragar insectos, y se priva de diversas frutas por temor a que contengan gusanos, no por repugnancia ante estas; sino por miedo de tragar una criatura viva. Pero no hace falta buscar ejemplos tan lejos: el descredito que sufre en Europa la carne de caballo, la repugnancia manifiesta hacia el conejo y el caracol en los países anglosajones y las sorprendentes diferencias observadas en el consumo del changpiñon son perjuicios alimenticios y se relacionan con algún substrato religioso. Las prohibiciones alimenticias afectan con mayor frecuencia a la ganadería que a la agricultura. Por ejemplo, si un cristiano abisinio comía carne de camello era excomulgado; pero si comía harina de enseté, se desacreditaba entre los suyos pero no incurría en sanciones religiosas. La principal prohibición vegetal es la del vino (y el alcohol) practicada por el Islam y de menor importancia, la del tabaco entre los mormones y los stikh. La prohibición del cerdo Los pueblos semíticos (judíos, árabes y abisinios) tienen prohibida la cría y el consumo de cerdo. Pero no son los únicos ya que el cerdo no es ni consumido ni criado por los hinduistas ortodoxos. Y los pueblos no semíticos, pero que han sido dominados por el Islam (iraníes, turcos, bengalíes, malayos, etc.), practican las mismas prohibiciones. Esto supone un perjuicio económico, ya que el cerdo es un notable consumidor de desperdicios: la península ibérica cuenta con 21 cerdos por 100 habitantes; el Magred, en condiciones físicas parecidas, no alcanza uno. El cerdo es un animal impuro, prohibido por el Islam, el judaísmo, el cristianismo abisinio y el hinduismo. La actual ley israelí proscribe su cría en toda la extensión del territorio nacional (salvo en ciertos pueblos árabes cristianos). El perjuicio del cerdo justifica la prohibición de la carne de cerdo por su carácter malsano; por una parte esta carne se conservaría particularmente mal en un clima cálido; y por otra, si esta mal cocida, transmite al hombre peligrosos parásitos (tenia y triquina). Por ello, antiguos sabios habrían prescrito acertadamente su prohibición. En realidad se trata de una prohibición religiosa que no tiene ni mas ni menos fundamentos racionales que una prohibición de la vaca o el conejo. Un gran numero de habitantes de climas cálidos crían cerdos, se los comen y no se encuentran por ello peor. Los vietnamitas, por ejemplo, destacan en la cría de cerdos de crecimientos rápido, nutridos con alimentos que el hombre no consume (lentejas de agua, salvado de arroz y plátanos picados), de manera que el hombre y el animal no están en competencia alimenticia. La cría del cerdo supone solo beneficios ya que todo lo que alimenta al animal hubiera sido, sin el, desechado. Mientras que en los Malayos no crían cerdos (o mejor dicho los crían cada vez menos), los filipinos, en condiciones físicas parecidas, tienen 30 cerdos por 100 habitantes. En la India, en las aldeas cristianas y animistas se crían y comen cerdos, lo que no ocurre en los hinduistas y musulmanes. El clima tampoco puede ser invocado para explicar la prohibición del cerdo entre los votyakos ( Vologna, Rusia europea) los yajutos o los lapones. Por otro lado, el consumo de cerdo no era popular entre los japoneses, pera era habitual entre los ryu kyu, sin embargo más meridionales. La geografía comparativa, muestra, pues, que la prohibición del cerdo no es otra cosa que una prohibición religiosa y las variaciones históricas de su consumo hablan en el mismo sentido. En el valle del Nilo se crio y comió en la época faraónica; pero ya en tiempos de Herodoto (siglo V antes de J.C.) el cerdo era considerado como un animal impuro aunque no había desaparecido completamente (sacrifico animal a Anubis). El triunfo del cristinanismo aseguro un fuerte retorno a su cría y consumo pero la victoria del Islam de nuevo le puso fin, excepto en los pueblos que continuaron siendo coptos. En el Riff, los bereberes islamizados continuaron comiendo durante mucho tiempo jabalíes y cerdos; iherrushen e ikhuanen abandonaron esta practica en el siglo XIX. Los libros sagrados de la India muestran que el cerdo no ha sido considerado siempre como animal impuro. Hoy, la India cuenta tan solo con cuatro millones de cerdos (frente a más de cien millones en china). Los turcos de los alrededores de Tamérlan tenían perjuicios contra el cerdo y despreciaban a los chinos que lo consumían, el Hijo del Cielo era para ellos el emperador de los cochinos. El cerdo no es un animal más impuro que muchos otros; su impureza es un prejuicio religioso, un hecho de civilización. Quizá sea en su origen, una reacción de los nómadas ante un animal de los sedentarios. En cualquier caso, la prohibición del cerdo tiene grandes consecuencias geográficas: no solo en el paisaje y la economía, privados de este elemento de animación, sino en otros aspectos más sutiles. Otras prohibiciones de productos animales El maniqueísmo prescribía el vegetarianismo; la religión persa propugnaba una alimentación cárnica; el Levitico prohibía la carne de camello, que los musulmanes consumían de un buen grado; los moros rechazaban pollos y huevos (que los chaamba, también saharianos, comen corrientemente); los tuareg de Hoggar también rechazan pollos y huevos, mientras que los teda (Tibesti) los aceptan. Los huevos están prohibidos en muchas partes de África Negra. A los somalíes nómadas les repugna comer pescado. El guerrero masai no debía mezclar carne y leche: después de haber seguido un régimen lácteo y antes de comenzar un régimen cárnico, el masai se purgaba a fondo, para eliminar todo rastro de leche de su aparato digestivo. Algunos grupos esquimales no mezclan los alimentos terrestres con los marinos. Una prohibición alimenticia estuvo a punto de nacer en 1929 en Alor (arco malayo oriental); un habitante, invadido por el deseo de crear una religión (iban a llegar unos dioses que curarían a los hombres de sus males y los harían inmortales; -en suma, ya una religión, cargo-) aconseja a sus auditores que se abstuvieran de comer pescado y mariscos para prepararse para la nueva era. Había conseguido algún éxito cuando las autoridades intervinieron para desbaratar su empresa. En 1936, el pueblo de Ayeremou (Costa de Marfil) se dividía en tres partes: en una se prohibía el cerdo, en la segunda la rata (toto) y en la tercera el cordero. El perjuicio hostil a la carne de caballo es un legado de la civilización greco-romana. Heredera de las civilizaciones clásicas, la iglesia romana condeno el consumo de esta carne; y no estaba inspirada solamente por una tradición, sino también por el hecho de que en los países germanos en vías de conversión, los festines de carne de caballo eran fiestas paganas. Hasta el siglo XIX no se organizo un comercio de la carne de caballo, y parece ser que este comenzó en Francia. El consumo de cerdo, según se ha visto es escaso en la India ; el avícola y de huevos es muy moderado y lo mismo ocurre con el pescado; sin embargo el consumo de carne de cordero y de cabra ya no es tan despreciable. Mientras que la prohibición del cerdo reposa en su impureza, la prohibición de las otras carnes se inspira en el respeto a la vida, a la ahimsa. A su enorme ganado de búfalos y de bueyes la India pide trabajo, leche, boñigas (como combustible) pero no carne; una cierta cantidad de vaca es comida por musulmanes e intocables; pero la mayor parte de los bóvidos muere de vejez. Bandadas de buitres se abaten en el campo Hindú, sobre el esqueleto de un animal (después de que los que no pertenecen a casta alguna se hayan despojado de la piel para venderla). La prohibición del buey no tiene relación con las condiciones naturales ni con las necesidades económicas (aunque se haya sostenido que los campesinos hindúes mataban su ganado para asegurarse de que no les iba a faltar una yunta de labor, y por esto tenían demasiado ganado). En realidad por razones religiosas los campesinos hindúes tienen más ganado del que pueden alimentar y conservan animales inútiles. Pero este exceso no perjudica la agricultura, pues ninguna tierra cultivable está dedicada a la pradera. El ganado se alimenta con los desperdicios que encuentra a las afueras de los pueblos, y con las hierbas y hojas de las superficies incultivables. El prejuicio religioso inflinge a la India un daño sensible, de carácter económico: si un gran numero de bueyes y búfalos, no mueren de vejez serían vendidos para terminar en el matadero; las sumas que percibirían sus dueños podrían ser reinvertidas; el prejuicio religioso, es pues, el origen de una perdida de capital. La india antigua conoció sacrificios de bueyes y festines con carne de vacuno; pero estas practicas desaparecieron en el primer siglo de nuestra era. Un caso particularmente claro de la acción directa de la religión sobre una técnica ganadera lo constituye la cría de cerdos androgénicos por los habitantes de la Tanna (Nuevas Hébridas) para sacrificarlos con ocasión de ciertos ritos. Siendo estos animales estériles, la cría que los obtiene es a la vez muy hábil e inútilmente costosa (desde el punto de vista de la eficacia económica). Religión y agricultura Los controles que las religiones han ejercido sobre la agricultura han sido menos severos; y la riqueza y variedad de los ritos agrarios han influido poco en las técnicas agrícolas. Pero también existen ejemplos: los dogon (Mali, África Occidental) aplicarían al paisaje sus ensoñaciones cosmogónicas; y asi como el mundo estaría formado por una espiral desarrollada a partir de un germen, igual sus roturaciones se sucederían según una espiral desarrollada a partir de un campo de origen. Por otra parte, cabe preguntarse si las supersticiones lunares, tan extendidas entre los campesinos, han influido realmente en las practicas agrícolas. El mejor ejemplo de un control sobre ciertas plantas cultivadas, es el de la viña productora de vino. La antigüedad clásica había concedido gran favor al vino; el cristianismo lo sacralizó y extendió los viñedos hasta su limite climático. Las autoridades religiosas (monasterios, y contrario, el Islam, prohibiendo el vino, redujo el viñedo a la producción de uva de mesa. Efectos sobre el paisaje: el Magreb conoció en la época romana, un cierto desarrollo vitícola que desapareció con la conquista musulmana y que luego renació durante la colonización francesa; pero, en los Estados independientes del Magreb se da un retroceso con perspectivas de desaparición total. Otro ejemplo más limitado; pero característico, de la acción de la religión sobre la agricultura: el cultivo de limoneros para responder a ciertas exigencias rituales judías. En la fiesta de las cabañas (primavera), las comunidades judías de Europa central y oriental tenían la costumbre de adornar las cabañas con ramas de limonero con sus hojas y frutos. Los limones, que procedían inevitablemente de las regiones mediterráneas, debían de haber sido cogidos de los Citrus médica no enjertados; los productores debían garantizar que las frutas cumplían las condiciones requeridas, y su palabra debía estar confirmada por certificados de los rabinos. Las regiones exportadoras: Lago de Garda, Ribiera Ligur, Isla de Elba, Corcéaga, Campania, Calabría, Balares, Corfú, Epira y por último Israel. Las religiones como técnicas de encuadramiento El número de hombres Hay factores religiosos que actúan sobre la natalidad, la mortalidad y los desplazamientos humanos; pero no hay que fiarse. El culto a los ancianos tal como era practicado en China: ¿determinaba una demografía galopante? Había algunos signos de ello: incitación a la natalidad por la preocupación de la continuidad del culto familiar, respeto a la longevidad, cuidado de los ancianos; pero incluso sin practicar el culto a los antepasados, en la mayor parte de las sociedades premodernas, la natalidad era muy elevada. El respeto testimoniado en las islas Celestes a los ancianos canosos no impedía que estos fuesen raros; ya que el respeto no sustituye a una medicina eficaz. Por otro lado los campesinos pobres suprimían cierto número de hijas al nacer. En un distrito de Hunsruck (Alemania federal) la natalidad era más elevada entre los católicos que entre los protestantes (aún en 1957) ¿ se puede explicar ese hecho por la influencia de una iglesia romana contraria a la limitación de los nacimientos? Hay que tener en cuenta que como resultado de una evolución histórica, los católicos pertenecen a clases menos acomodadas que los protestantes. Igualmente en los Países Bajos la mayor natalidad entre los católicos estaba ligada a un status económico y social inferior. Algunos casos de restricción de nacimientos y de reforzamiento de natalidad, -por consiguiente disminución del ritmo de crecimiento demográfico-, están ligados a controles religiosos. Los Guayaqui (Paraguay) sacrificaban una hija con ocasión de la muerte de un hombre adulto, para que este no estuviera solo en el otro mundo. La celebración del culto a los antepasados por el rey de Abomey (Dahomey) exigía sacrificios humanos. Abomey se procuraba victimas por medio de razzias en los pueblos vecinos; los cautivos que no eran sacrificados se vendían a los negreros de Ouidadh que procuraban al rey de Abomey las armas y municiones imprescindibles para el éxito de sus razzias. Guerras y sacrificios humanos debían reducir el crecimiento demográfico (al menos en las poblaciones arrasadas).La caza de cabezas que practicaban en algunos pueblos indonesios (Formosa, Borneo, Ceram, Naga, etc.) y melanesios estaba animada por preocupaciones religiosas (ritos agrarios y ritos de iniciación); y estas practicas no podían dejar de ejercer un efecto depresivo sobre la demografía. Lo mismo ocurre con las ordalías mediante el veneno y con la antropofagía. En Occidente y en el mundo Budista la vida monástica y en la India el que las viudas no volvieran a contraer matrimonio, han podido contribuir de alguna manera a restringir la natalidad; pero, en realidad, todas estas indicaciones son insignificantes; el movimiento demográfico general del género humano ha estado muy escasamente influido por las religiones. Desplazamiento de pueblos Las peregrinaciones han dado lugar al nacimiento o al desarrollo de ciudades: La Mesa, Lourdes, Fátima, Compostela, Meshed, Benares. Los lugares sagrados han sido puntos de fijación de ciudades: los nombres galos en dumm, la acrópolis de Atenas. El peregrinaje a Compostela ha difundido las técnicas arquitectónicas y ha dado su nombre al país de Ostabat, al norte del paso de Roncesvalles, por las numerosas hosterías que acogían a los peregrinos antes o después del franqueo de pasos. Impulsos religiosos han poblado territorios desiertos o escasamente ocupados. Los monjes, al abrir calveros para crear dominios que el bosque circundante debía proteger de los desordenes del siglo, han ganado para la vida campesina terrenos antes despreciados (Remiremont, Saint-Dié, Senones, Moyenmoutiers, en los Vosgos). De la misma forma que los menonitas al buscar un aislamiento donde vivir sin trabas su religión, han poblado diversas partes de Rusia meridional, de la Pradera canadiense, de Méjico y de Honduras Británica). Los fellata, negros originarios de África Occidental, han poblado al sudeste de Nubia, devastado por las guerras mahdistas; pasaban por allí para ir a la Meca y agotados y arruinados por su viaje, hacían para obtener recursos una prolongada pausa que, con mucha frecuencia, terminaba en una establecimiento definitivo. Los grandes viajes de los polinesios tuvieron en parte causas míticas y los desgraciados Tupi de Brasil emigraron hacia el Este para alcanzar el Océano de la felicidad. La debilitación contemporánea de los encuadramientos religiosos tradicionales quita a éstos parte de su capacidad de influir sobre el común de las gentes; sin embargo no hay que olvidar que los menonitas y los fellata son actuales. Los paisajes humanos están llenos de pasado y sería improcedente para quien quiere comprenderlos, no tener en cuenta las antiguas influencias de la religión. Por otra parte, religiones nuevas, con un credo socio-económico, pueden tomar el relevo de las antiguas. Religiones y vivienda muchos aspectos de las casas rurales no pueden explicarse sin recurrir a los controles religiosos. Claro ejemplo de ello son las casas vietnamitas tradicionales: altar de los antepasados, disposición simétrica del plano de la casa en relación a este altar, orientación hacia el sur (fuente de influencias beneficiosas) muros ciegos hacia el exterior, puertas abiertas a un patio cerrado, entrada a este patio disimulada detrás de una mampara (para impedir la penetración de influencias nefastas), tejado a veces puntiagudo y pináculo adornado con espejos y dragones rampantes, y perros de piedra en la puerta de las casas (todo esto, igualmente, para apartar las influencias nefastas). Similares observaciones pueden hacerse de las casas chinas y japonesas tradicionales. También se debe a razones religiosas el que las casas malgaches estén exactamente orientadas hacia el Oeste, tan exactamente que la posición de las cosas y de las personas en ella se define en relación a los puntos cardinales. En el trazado de las aldeas se ejercen controles ligados a una idea o a una organización religiosa. La geomancia podía influir en el plano de los pueblos chinos tradicionales, ya que, como ilusorio conocimiento de fuerzas sobrenaturales imaginarias que circulaban bajo la superficie del suelo, revelaba los puntos de afloramiento de estas corrientes consideradas como peligrosas para las casas y enseñaba, a los que tenían confianza en ella, las superficies donde debía evitarse construir. De ahí, la aparición de terrenos desocupados en el interior de ciertos pueblos; estos espacios vacíos podían encontrarse también en la prolongación del eje de un templo que los geománticos juzgaban amenazador. los geománticos chinos preferían las plantas cuadriculadas en dirección este-oeste y norte-sur que eran las que procuraban la posición optima en relación a los puntos cardinales. Sin denotar una preocupación mágica; pero en el marco de una organización religiosa, los mormones de Utah han construido pueblos de planta ortogonal. La iglesia y su campanario ocupan un lugar dominante en el paisaje de los pueblos de Europa Occidental. Por el contrario, los amish del sur de Pensilvania no tienen iglesias. El budismo ha extendido la costumbre de plantar en los pueblos el ficus pipal y el árbol sagrado de la luba adorna todas sus aldeas (Zaire). Los cementerios están ausentes en las religiones que practican la incineración (India, Camboya, etc.); que diferencia con las comarcas que entierran a sus muertos. En ellas, los cementerios terminan por ocupar una parte apreciable de la superficie utilizable (2% en la Gran Llanura de China del Norte)¡Que de peculiaridad hay en los paisajes ligados a los cementerios!: cementerios familiares, dispersos en el campo, en el Middle-West americano; cementerios católicos cerca de los pueblos, y pequeños cementerios familiares protestantes señalados por estrechos grupos de cipreses en la región de Dieulefit (Drome, Francia). La costumbre musulmana de plantar iris blancos sobre las tumbas ha extendido esta planta yemenita por todo el mediterráneo musulmán. En las nuevas Hébridas, la población autóctona se había agrupado en pueblos alrededor de los establecimientos misioneros; pero, con el abandono del cristianismo en provecho de la religión cargo, la población se ha dispersado de nuevo. En el Canadá Francés, el encuadramiento religioso influye mucho en la localización de las casas; la primera colonización se hizo por el sistema del rang. Cada colono recibía una banda de tierra perpendicular a un río; las casas se edificaban sobre la delantera (el enraizamiento del lote de colonización sobre la orilla del río). La iglesia se construyo en uno de los lotes y pronto esta iglesia atrajo toda una aglomeración: convento, escuelas, cementerios, tiendas, albergues, y casas de retiro que, después de haber dejado su lote al heredero, se establecían en una parcela pequeña, próxima a la iglesia. Religiones y corrientes de circulación La búsqueda de productos útiles para el cumplimiento de ciertos ritos religiosos ha dado lugar al nacimiento de corrientes de circulación comercial. China, la India y Europa compraban resinas y maderas olorosas. El benjuí y el palo del águila provienen de Asia Sudoriental. La madera de sándalo que se obtiene de un arbusto parásito en Indonesia y Malasia, era utilizada como madera olorosa, como madera preciosa para la confección de estatuillas y como productora de un aceite medicinal. Los chinos acomodados buscaban, para hacer con ella ataúdes, la madera presa e imputrescible dejada por los árboles resinosos después de una larga permanencia en las turberas del sudeste asiático. El incienso, sacado del Hadhramaut, era exportado hacia la India y el Mediterráneo. Este comercio de productos para uso religioso ha influido mucho en atraer a Hindues y chinos hacia Indochina e Insulindia y en la difusión de las civilizaciones superiores de la India y de China y el comercio del incienso ha estrechado los lazos entre la India y Arabia. Religiones y organización del espacio Angkor es el mejor empleo que se puede dar de una organización del espacio bajo el control de ideas religiosas. El conjunto de Angkor está compuesto por numerosas ciudades de las que cada una representa la aplicación sobre un determinado territorio de una serie de concepciones religiosas. En primer lugar, el culto al Dios-Rey, la asimilación del soberano reinante a un Dios (del panteón hinduista), asimilación aceptada con entusiasmo tanto por el rey como por sus súbditos. A continuación una cosmogonía: el mundo es cuadrado, con cinco puntos cardinales (siendo el quinto el cénit del centro del cuadrado); acondicionar un territorio según la imagen del mundo garantizaba la felicidad y buenas cosechas. El resultado, es que, al identificarse cada Rey, en su advenimiento con un dios, diferente del Dios-Rey que le ha precedido hace falta construir una ciudad nueva, diferente (aunque vecina) de la ciudad del predecesor. El nuevo rey pide entonces a sus súbditos que construyan una pirámide central, templo del Dios-Rey y alrededor de ella, una red de canales, estanques y calzadas, dentro de un cuadrado que pueda alcanzar 20 por 20 kms., o sea 40.000 Ha. Los estanques y los canales permiten regar en estación seca los arrozales que dan cosechas al año y producen abundantes mieses. Al precio de un esfuerzo considerable, pero religiosamente consentido, un territorio estéril se convertirá asi en un territorio fértil. Este sistema que pudo funcionar en el marco del budismo mahayana, se hundió cuando los Khmer fueron convertidos al budismo hinayana, que no permitía ya la asimilación del rey a un dios y no podía sostener la creación de una ciudad puesta bajo la advocación de un Dios-Rey. Las organizaciones hidráulicas fueron abandonadas, los templos cesaron de ser mantenidos y el bosque los recubrió. Los razzias siamesas aceleraron la decadencia. La potencia organizadora del Islam ha tenido eco en los paisajes. El Islam trae consigo técnicas de encuadramiento uniformes (código coránico, lengua árabe, prescripciones religiosas) y su voluntad de crear ciudades. Un buen ejemplo: una vez vencidos los bizantinos y dominada Ifriqya, los árabes se apresuraron a fundar Kairuan, que convenía mejor a sus necesidades de nómadas que Cartago. La creación de bienes de manos muertas (bienes waqf, habus), destinados al mantenimiento de instituciones religiosas y de caridad, acabo por sustraer al Estado y a la iniciativa privada vastas superficies subutilizadas y subexplotadas; en el imperio otomano los bienes waqf acaparaban por lo menos la mitad de las tierras cultivadas: lamentable técnica de encuadramiento. Las instituciones de la Iglesia Abisinia han hecho probablemente mucho más por la supervivencia de la nación de Abisinia que las instituciones civiles, menos estatales y menos eficaces. Ejemplos del mismo género podrían darse respecto del papel de la iglesia en la geografía de los campos y de las ciudades europeas. Religiones y condiciones físicas Las circunstancias históricas han influido en la cartografía de las religiones. El cristianismo se ha amoldado al mapo del imperio romano, y ha debido su difusión en América, Australia y África a la expansión Europea. El Islam se ha propagado en primer lugar por las granjas y las ruinas de un imperio romano-bizantino mal administrado y mal controlado y el budismo se ha inscrito en el territorio del hinduismo (del que era un avatar) ha seguido las vías de la expansión hindú y ha sacado partido del foco de difusión que fue Gandhara (Afghanistán). Pero ¿Es necesario atribuir a las condiciones físicas un papel en la localización, la naturaleza y el origen de las religiones? El Islam se presta a la meditación cartográfica; se extendió en primer lugar y sobre todo por territorios áridos y subáridos. Primero dominó el Asia Seca, que fue la base de su potencia, mientras que el Asia Verde ¿Puede decirse, entonces que existe una relación causa-efecto entre los climas desérticos cálidos y el Islam? Es más prudente razonar de la siguiente manera: el Islam se ha formado como religión en un ámbito desértico y tuvo a los nómadas como soldados y jefes; estos nómadas preferían los horizontes desnudos, ya que, caballeros y camelleros, hicieron sentir su superioridad en los espacios abiertos y llanos más fácilmente que en los territorios húmedos cortados por ríos y árboles o que en las montañas. El desierto sería monoteísta porque el hombre adquiría en él el sentimiento del infinito a través de la contemplación del firmamento estrellado y porque la sociedad nómada está bajo la autoridad de patriarcas (lo que conduciría al nómada a concebir un Dios potentes y paternal) . Suposiciones gratuitas que los hechos no confirman. Los árabes preislámicos adoraban las fuerzas de la naturaleza, divinidades

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